En esta nueva etapa que se abre en la monarquía británica otra de las piezas clave es la del sucesor de Carlos III, proclamado este sábado. Su primer heredero es Guillermo, su primogénito nacido durante el matrimonio con la fallecida Lady Di. Su popularidad y su perfil alejado de escándalos aportan uno de los mayores pilares de estabilidad en el presente y futuro de Buckingham.
Los pasos de Guillermo quedaron marcados muy pronto, a los 15 años, con la muerte de su madre. Espejo para muchos de Lady Di, el príncipe Guillermo, el primero ya en la línea de sucesión al trono, llega ahora a esta transición en la corona como el miembro real mejor valorado.
A sus 40 años, el primogénito de Carlos y Diana de Gales, asume ahora los títulos que deja su padre como príncipe. Nueva era para un joven preparado para ser rey con formación universitaria y militar.
Todo ello con su madre. Como ella, Guillermo, gran amante del deporte y presidente de honor de la federación de fútbol inglesa, construye su biografía con implicación en causas sociales, en defensa de las nuevas generaciones y de la naturaleza y como referente también contra el cambio climático.
En su lucha privada está su denuncia de la excesiva presión mediática hacia su pareja, que ha llegado a comparar con la vivida por su madre. Alejado de las polémicas de juventud de su hermano Enrique, es con él, también reflejo de la labor social de Diana, con quien toca ahora desminar una relación rota con Buckingham desde el abandono de la casa real de los duques de Sussex por las acusaciones de racismo a sus hijos en palacio.
Sin Isabel II, el primogénito de los tres hijos de los nuevos príncipes de Gales, Jorge, de 9 años, se prepara ya para ser el heredero de su padre cuando llegue a ser Guillermo V.