La última instantánea de la reina Isabel II de Inglaterra quedará para el recuerdo de todos, no solo por ser la última foto de uno de los personajes más importantes e influyentes del siglo XX y XXI, también por la fuerza y la ternura que desprende aun sabiendo que la enfermedad ya se hacía evidente en su cuerpo.
Jane Barlow acudió a Escocia, al castillo de Balmoral, donde se encontraba su majestad para fotografiar el momento en el que Isabel II recibía a la nueva primer ministro inglesa, Liz Truss.
Nunca antes había sucedido que la reina recibiese a un primer ministro como nuevo cargo en el castillo de Balmoral, pero el estado de salud de la reina ya dejaba ver la que fortaleza que había mostrado durante 96 años, llegaba a término.
Jane explica que esa última instantánea fue espontánea, “ella solo miró hacia arriba y sonrió. Parecía muy feliz”, destaca la profesional de la imagen en el Daily Mail.
Recuerda el momento como un instante “encantador” y “sin posar”, una sensación que traspasa el papel o la pantalla donde se observa a la reina tranquila y feliz, sin esconder el color de sus manos que ya avisaba de lo que poco después sucedería, su fallecimiento.
La reina Isabel II, siempre con un halo enigmático a su alrededor, inmutable e imposible saber qué pensaba, parece que en esa imagen quería mandar un último mensaje a su pueblo de amor y dedicación que tuvo durante los 70 años de reinado.