Cuando parecía que esta semana no íbamos a ver nada más inverosímil y controvertido que la aprobación de la vuelta de los castigos corporales para azotar con una paleta a los alumnos indisciplinados de las escuelas públicas del distrito escolar de Cassville, en Misuri, EEUU… llega ahora el polémico informe húngaro que alerta y señala, nada más y nada menos, que un elevado número de mujeres con alto nivel de educación puede traer problemas demográficos y económicos para el país, entre otros.
Titulado ‘¿Fenómeno de educación rosada en Hungría?’ y difundido por la Oficina Nacional de Auditoría de Hungría, el estudio sostiene que “la alta presencia de las mujeres en la enseñanza superior puede causar problemas demográficos dificultando la búsqueda de pareja”, y por otra parte asegura que en la enseñanza se da más valor a los “atributos femeninos” que a las “capacidades masculinas”, lo que, aseguran, puede a su vez provocar problemas en los hombres.
Concretamente, en el informe se expresa que “la valoración de los atributos masculinos como menos importantes puede causar problemas mentales y de comportamiento en los varones, que así no pueden desarrollar de forma óptima sus capacidades especiales”, y se afirma al mismo tiempo que la sobrevaloración de las capacidades femeninas y la infravaloración de las de éstos puede causar problemas de competitividad en el país.
En este sentido, lo que destacan como “atributos femeninos más valorados” en los centros de enseñanza son, entre otros, "la madurez emocional y social, diligencia, obediencia, la tolerancia de la monotonía, la buena expresión oral y escrita”.
Tras difundirse el estudio las reacciones no se han hecho esperar, con múltiples voces denunciándolo y catalogándolo de “sexista” y machista, además de falto de total sentido al considerar que algo tan importante como que las mujeres tengan opción de recibir formación universitaria y posean un alto nivel educativo pueda generar problema alguno.
Además, tal como recoge EFE citando a la prensa independiente del país, muchos han asegurado que el documento se atiene a la política que promueve el Gobierno de Hungría, –liderado por el ultranacionalista Viktor Orbán– sobre los valores de la familia y la sociedad en general.