Hoy se cumplen seis meses de la invasión de Rusia a Ucrania. Seis meses de horror, bombas y destrucción. Miles de personas han perdido la vida, otras tantas han resultado heridas y millones han tenido que huir de su país. El aniversario, coincide con el día de la independencia del país y llega cargado de miedo a las represalias de Rusia por el asesinato de la hija del ideólogo de Vladimir Putin. El Kremlin culpa a Ucrania.
Seis meses después de la invasión no se ve el final. Hoy en el día en el que se cumplen 31 años de la independencia de Ucrania de la Unión Soviética, el presidente Volodímir Zelenski ha pedido a la población máxima prudencia porque se teme un ataque inminente de Rusia.
Kiev es hoy una ciudad blindada. Las autoridades han pedido a los ciudadanos que se protejan, respeten el toque de queda y trabajen desde casa. Además han prohibido las reuniones públicas.
Zelensky sabe que es una fecha señalada para el enemigo y teme que Rusia lleve a cabo "ataques brutales". Represalias sobre todo tras la muerte de la hija de Alexander Dugin.
No obstante, el presidente ucraniano advierte de que de ser así tomarán represalias. Y promete reconquistar Crimea.
Más de 180 días que han dejado ciudades emblema de la resistencia, como Mariupol, con el 90% de sus edificios destrozados.
Medio año que deja el país partido en cifras inasumibles: Hay 6,7 millones de refugiados y casi siete millones de desplazados dentro de Ucrania que no tienen casa. La guerra ya ha dejado 5.500 civiles muertos y casi 8.000 heridos. Números que no dejan de ascender al mismo tiempo que se aleja la fecha que ponga fin a esta barbarie.