Rusia ya tiene identificada a la supuesta autora del atentado de este fin de semana en Moscú. Se trataría de Natalia Pavlovna Vovk, a quien acusan de asesinar a la hija de Alexander Dugin, mano derecha de Vladímir Putin e ideólogo del ala más conservadora y reaccionaria de la política rusa. La mujer habría huido a Estonia y, según apunta el Kremlin, se trata de una agente del servicio secreto de Ucrania.
Hablan de una agente ucraniana operativa en Moscú y, además, integrante del Batallón Azov, considerado por Rusia como organización terrorista. Es el escenario perfecto para presentar a Ucrania como un peligro para el país gobernado por Vladímir Putin, y no al revés. En Moscú siguen las reacciones del ala dura: se ha pedido al líder del Kremlin que acabe definitivamente con el régimen de Volodímir Zelenski y también se exigen medidas contundentes contra Estonia, en el caso de que no entreguen a la presunta asesina de Darya Dugina.
La hija del filósofo ultranacionalista ruso falleció el sábado, cuando una bomba adosada a los bajos del coche que conducía explotó cerca de Bolshie Viaziomy, a unos 40 kilómetros de Moscú. El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) asegura que el crimen "fue planificado y cometido por los servicios especiales ucranianos". La acusación amenaza con elevar aún más la tensión entre Moscú y Kiev, dos días antes del 24 de agosto, cuando se cumplirán seis meses de la invasión de Ucrania.
No han pasado ni 48 horas, y los servicios secretos del Kremlin dicen ya lo saben prácticamente todo. Con lujo de detalles, además. Natalia Pavlovna, según apuntan, nació en 1979 y llegó a Rusia el pasado 23 de julio junto a su hija, Sofía Mijailovna Shaban, de 12 años. Ambas viajaban en un Mini Cooper y, posteriormente, se alojaron en un piso de alquiler en Moscú. En unas imágenes, se la puede ver supuestamente merodeando en la casa de Darya Dugina, poco antes de colocar la bomba y huir a Estonia, a 750 kilómetros.
El propio Alexander Dugin ha culpado públicamente ya a los "enemigos de Rusia" de lo ocurrido. Pero, al igual que Vladímir Putin, que habla de "crimen vil y cruel", no menciona explícitamente a Ucrania. De hecho, hay un grupo terrorista ruso -contrario al gobierno actual-, el Ejército Nacional Republicano, que ha reclamado la autoría del atentado. Ucrania niega tajantemente que sea un estado terrorista y asegura que el gobierno ruso vive desconectado de la realidad.