En Estados Unidos esta semana se han retomado las clases. En la memoria de todos, el pasado curso escolar que terminó con varias matanzas difíciles de olvidar, como la de Uvalde, donde murieron una veintena de personas. Hay tanto miedo que, algunos padres, han decidido instruir a sus hijos para protegerse en caso de producirse un tiroteo.
Es el caso de Weston, que con solo cinco años y su madre quiere que esté preparado. Si hay peligro en el colegio tiene que refugiarse en una esquina y protegerse con su mochila antibalas de Spiderman. Es lo que le está enseñando estos días en casa antes de incorporarse a las clases.
Si ocurre su colegio de Oklahoma se suma a la lista de masacres en escuelas en Estados Unidos, Weston tiene que sobrevivir sólo.
El curso pasado no pudo acabar peor. Hubo más de veinte muertos en un colegio en Uvalde, Texas. Los policías esperaron más de una hora porque no se atrevían a entrar. Las imágenes de los policías agazapados en los pasillos del centro que se hicieron públicas semanas después son escalofriantes.
Weston ha aprendido que cuando llegue la policía él no debe decir nada hasta que el agresor esté detenido. “No digas nada, le dice su madre. Estarás completamente callado”, le explica su madre.
Ella, la madre de Weston, no es la única. Otra mujer ha mostrado el vestido especial con el que enviará a su hija de nueve años a clase. El traje está hecho de kevlar, un material con algo de protección frente a las balas. Es muy resistente al calor, el impacto y la tracción.
Según la estadística en 30 colegios de Estados Unidos habrá un incidente armado este curso.
Los padres y madres no quieren esperar a que se hable de ellos y sus hijos en las noticias. Tienen claro que hay que ponerse en lo peor.