La historia de Abby, la perra de Misuri que desapareció dos meses y ha aparecido viva en una cueva
Abby, una perra de Misuri (EEUU), mezcla de caniche y sabueso, ha aparecido viva en una cueva tras dos meses desaparecida
Al parecer, Abby se escapó junto a otro perro el pasado 9 de junio: la perra se perdió en una cueva y trató de salir, pero no pudo
Un grupo de exploradores rescató a la pequeña Abby, que se encontraba muy débil tras casi 60 días sola: se ha recuperado totalmente
Abby, una perra de Misuri (EEUU), mezcla de caniche y sabueso, ha aparecido viva en una cueva después de estar dos meses desaparecida. Su dueño, Jeff Bohnert, llevaba semanas tratando de localizarla y sus esperanzas habían comenzado a agotarse. La gran noticia llegó a través de un vecino: un grupo de personas que exploraba la cavidad encontró a su mascota y la socorrieron.
"Dije, 'esa es mi perra'", ha indicado Bohnert este lunes. Lo que hace que la historia de Abby sea aún más sorprendente es el hecho de que está a solo unas semanas de cumplir 14 años. A pesar de tener una avanzada edad, logró sobrevivir casi 60 días sola. En la mayor parte del tiempo, o en su totalidad, estuvo en un lugar árido y oscuro, como una cueva para lobos, recogen medios locales. El hombre identificó a su mascota gracias a la imagen que difundió uno de los rescatistas.
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"Aquí hay un perro": un niño dio la voz de alarma en la cueva
Al parecer, Abby se escapó junto a otro perro el pasado 9 de junio. Normalmente, jugaban por el campo y después regresaban a casa. Al despertar, Bohnert vio que uno de ellos no había vuelto. "Nunca se separan. Ella es vieja y podría haberse visto superada por el calor", ha apuntado el dueño, que alertó a las poblaciones de los alrededores mediante una publicación en redes sociales.
Los rescatistas de Abby, Gerry Keene y otros cinco adultos, junto a cinco niños, localizaron a la perra en una cueva a más de 200 metros de profundidad. Uno de los pequeños, mientras recorría la cueva, gritó a sus acompañantes: "Aquí hay un perro". Al principio, el grupo creyó que no se trataba de un animal, pero pronto encontraron al can "hecha un ovillo". "Levantó la cabeza y nos miró, pero no respondió a las órdenes verbales. Estaba muy débil", ha explicado Keene.
Rick Haley, espeleólogo, colaboró en el rescate de Abby
El grupo de aventureros solicitó ayuda a un espeleólogo, Rick Haley, que se encontraba en la zona. El rescate fue complejo, pero finalmente se pudo realizar gracias a una bolsa de lona y una manta. Abby fue trasladada a un centro veterinario y fue atendida de inmediato. Poco después, los rescatistas preguntaron en varias localidades para saber si algún vecino había denunciado la desaparición de un perro. Y así localizaron a Bohnert.
Bohnert cree que Abby terminó en la cueva después de caer en un sumidero o en una entrada oculta. El espeólogo que colaboró en su rescate asegura que había huellas de patas por todas partes, lo que indica que el animal trató de salir. La perrita decidió entonces esperar y fue capaz de sobrevivir esencialmente por su propia grasa corporal. Perdió la mitad de su peso, pero ahora incluso ha recuperado la voz que probablemente perdió cuando ladraba pidiendo auxilio. Está dejando atrás el trauma. "Vuelve a actuar como ella misma otra vez". Una historia de superación que terminó en un emocionante reencuentro.