La salud de Joe Biden vuelve a estar en entredicho y, además, con polémica. Veinticuatro horas antes de la confirmación de que el presidente de Estados Unidos ha dado positivo por coronavirus, el mandatario norteamericano cometió un lapsus durante un discurso en Delaware. En mitad de su intervención, Biden insinuó que tenía cáncer.
Joe Biden se dirigía a los asistentes a un acto frente a una antigua central eléctrica de carbón en Massachusetts, ahora en proceso de reconversión para generar energía eólica, asegurando que "el cambio climático es un peligro claro e inmediato, así como una amenaza existencial para nuestra nación y el mundo. Es por eso que yo y tantas otras personas con las que crecí tienen cáncer".
Las palabras de Biden fueron rápidamente captadas por los medios de comunicación que entendieron que el presidente estaba dando a conocer que padecía un tumor, algo que la Casa Blanca se apresuró a desmentir, según informa CNN.
En explicaciones a los medios, el equipo de comunicación del mandatario estadounidense han asegurado que Bien se refería a esos tratamientos, a los que fue sometido antes de asumir el mando. Además, remitió al informe de salud más reciente, que data de noviembre de 2021, en el que se señala que Biden está en óptimo estado. "El presidente es apto para el deber para ejercer plenamente sus responsabilidades”, informa DW.
El mensaje erróneo de Joe Biden deslizando la posibilidad de que tendría cáncer no es el único lapsus que ha cometido desde que asumió la presidencia de Estados Unidos. Recientemente, durante su conferencia de prensa en la Cumbre de la OTAN de Madrid el pasado mes de junio, Biden inició su discurso ha hablado sobre la posible adhesión de "dos nuevos miembros" a la Alianza Atlántica, en referencia a Suecia y Finlandia, que ya han iniciado el proceso después de que Turquía retirara el veto el pasado martes. No obstante, el presidente mencionó a Suiza, en lugar del país sueco.
Tras darse cuenta de su error, Biden exclamó a modo de rectificación: "¡Dios mío! ¡Me estoy poniendo muy ansioso aquí por la expansión de la OTAN! ¡De Suecia!".
Delaware parece ser un agujero negro para la imagen del presidente Biden. En otro de sus famosos descuidos, Joe Biden dejó ver a los medios de comunicación la chuleta en la que su equipo de comunicación y asesores políticos le apuntan cómo comportarse en todo momento.
El trozo de papel dejaba en evidencia la autonomía y espontaneidad del presidente ya que todos sus movimientos estaban reflejados en el documento con indicaciones como "entras al salón", "tomas asiento", "la prensa entra" o "das comentarios breves"
El propio Joe Biden se ha llegado a definir a sí mismo como una "máquina de meter la pata". Y no se refiere a sus tropiezos al subir al Air Force One, que los tiene. Sino a las decenas de pifias que le han perseguido en su carrera política, como cuando le pidió que se pusiera de pie a un senador que llevaba años en silla de ruedas. O cuando dijo que "los niños pobres son tan brillantes y talentosos como los niños blancos".
Y no solo lapsus ha tenido el presidente de EEUU. También ha tenido contestaciones groseras a periodistas cuando pensaba que no se le oía: "¡Estúpido hijo de perra!".
A Joe Biden, como presidente de EEUU, le hemos visto dormirse en reuniones internacionales, titubear y hasta desorientarse: “Discúlpenme. ¿Qué estoy haciendo aquí?. Estoy perdiendo el hilo”,
Él se defiende diciendo que sus "meteduras de pata nunca han sido en asuntos importantes". Algo que no está tan claro tras sus comentarios sobre Vladimir Putin, sobre quien dijo que no podía seguir al frente de su país. En su defensa ha dicho que fue de los primeros en advertir de las terribles intenciones del auténtico responsable de la actual tragedia: el líder ruso.