La primera semana de julio fue el comienzo del periodo vacacional para muchas personas. Un vuelo de la compañía EasyJet, que cubría la ruta entre Liverpool y Tenerife el pasado 6 de julio, se convirtió en una auténtica pesadilla para los pasajeros por culpa de dos de ellos. De origen británico, los transeúntes sembraron el caos a bordo debido a su estado de embriaguez.

"Pudieron haber puesto en peligro la vida de todos los ocupantes del avión: la pareja estaba borracha, fumaron en los baños, orinaron en los asientos y se propasaron con muchos de los pasajeros y con el personal de la tripulación", explicó Hans Mahrla, uno de los turistas, a Liverpool Echo.

Marlah, de 49 años, indicó que una mujer comenzó a beber "demasiado" tras comprar varias botellas en el aeropuerto. Además, pese a que está terminantemente prohibido, acudía al baño del avión a fumar, donde la tripulación y el resto de viajeros encontraron varias colillas. "Desde la megafonía llegaron a decir que estaba prohibido beber de las botellas que habían comprado en la tienda del aeropuerto, pero nada", subrayó.

El caos llegó a tal punto que el piloto decidió hacer un aterrizaje de emergencia en Lisboa para expulsar a los pasajeros conflictivos. Sin embargo, momentáneamente, fue peor el remedio que la enfermedad. Al enterarse, la mujer empezó a dar patadas a todo el que se le acercaba, además de amenazar a otros turistas. Una vez en tierra, la Policía actuó y detuvo a la conflictiva pareja.

"Casi en coma etílico, quiso ir al baño y, después de que la tripulación se lo impidiera, orinó en su propio asiento", relató Marlah. El resto de los pasajeros celebró la llegada a su destino, aunque tuvieron que esperar cerca de una hora y media para retomar su vuelo a Tenerife.

Según detalló Marlah, el personal de la compañía fue "brillante y muy profesional" durante todo el proceso y se disculpó "mucho".

Por otra parte, un portavoz de la compañía dijo que "EasyJet puede confirmar que el vuelo EZY7169 de Liverpool a Tenerife el 6 de julio se desvió a Lisboa", añadiendo que la tripulación de cabina se encuentra "capacitada para analizar y evaluar todas las situaciones y actuar de manera rápida y adecuada para garantizar que la seguridad del vuelo y de otros pasajeros no se vea comprometida en ningún momento".

La aerolínea dejó claro que este tipo de actos le parecen "intolerables" en sus aviones, señalando que no permitirá "cualquier actitud que suponga un peligro".