Un niño de cinco años ha muerto por haberse puesto un globo en la cabeza y asfixiarse con el helio en Reino Unido. El pequeño Karlton Noah Donaghey, era un apasionado de los dinosaurios y su familia le regaló un globo con forma de dinosaurio. Desafortunadamente, su madre, Lisa Donaghey, de 43 años, lo encontró tirado en el suelo de su casa con el globo enredado sobre su cabeza y cuello. Este trágico suceso recuerda al que le ocurrió a un niño de 8 años por inhalar helio.
El pequeño Karlton recibió reanimación cardiopulmonar (RCP) en su casa, antes de ser trasladado en avión al hospital Royal Victoria Infirmary (RVI) en Newcastle-upon-Tyne, Inglaterra, para recibir asistencia médica. Tras seis días en cuidados intensivos falleció el pasado 29 de junio. La madre del niño, Lisa dijo: "Cuando entré, él estaba en el suelo con el globo sobre su cabeza y su cuello. Era un globo de dinosaurio que era del mismo tamaño que él". “Creo que se metió en el globo para ser un dinosaurio para salir y sorprender a sus sobrinas. Le saqué el globo y grité", según publica Daily Mail.
Al pequeño Karlton le regalaron el globo de dinosaurio durante un viaje junto con sus padres al parque de atracciones ubicado en The Hoppings en Newcastle-upon-Tyne, Reino Unido. Era la primera vez que el niño iba al parque de atracciones. Su madre Lisa dijo que como se había portado "muy bien" recibió el obsequio. "Le encantaban los dinosaurios, 'rugido de dinosaurio' fue probablemente una de sus primeras palabras. Tenía muchos libros de dinosaurios y dragones y muchos juguetes de dinosaurios".
Se cree que la causa de la muerte de Karlton es la ingesta de helio, sin embargo, esto aún no ha sido confirmado por un médico forense. La madre del niño, Lisa, se dedica a advertir de los peligros del helio. "Es un tóxico que puede acabar con una vida en segundos. Es muy peligroso. Le quitó la vida a mi hijo, solo quería jugar a ser un dinosaurio. Puede quitarle la vida a un niño y puede quitarle la vida a un adulto", advierte Lisa.
"Quiero que los padres, abuelos, cuidadores de niños, adultos, estudiantes, cualquier persona que haya estado en contacto con el helio sea cauteloso sobre la forma en que lo usa y lo desecha. Se ha llevado a un precioso niño de cinco años demasiado pronto y nunca le daría este dolor a nadie".