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Amelia Ellerby, una joven británica de 19 años, murió por un cáncer después de rogar ver a su médico durante más de un año. Su familia, ante el dolor, exige respuestas y critica a los médicos de cabecera por usar la covid19 como "una excusa" para no ver pacientes, según han indicado. El bulto en la espalda de la joven era solo "del tamaño de un gisante" cuando contactó por primera vez con el centro sanitario en York durante el confinamiento en febrero de 2021.
Se le pidió que rellenara un formulario de consulta en línea y su caso fue tratado por teléfono. Los médicos le dijeron a Amelia que probablemente era solo un quiste y que la derivarían para una exploración, pero hubo una espera de seis meses, según recoge 'Daily Mail'. Así, unas seis semanas después, la joven volvió a llamar para pedir una cita en persona y le dijeron que solo tendría que esperar a lo que le habían indicado.
Le recetaron antibióticos por teléfono sin que la vieran. Siguió llamando pidiendo que una cita mientras el bulto crecía y el dolor aumentaba. En febrero de este año, tenía tanto dolor que llamó al teléfono de emergencias. Sin embargo, los paramédicos que asistieron rechazaron atenderla por la jurisdicción, ya que estaba bajo su médico de cabecera. En marzo, Amelia volvió a rellenar un nuevo formulario médico en línea. Esta vez, un médico se percató de que algo iba mal y le devolvió la llamada de inmediato.
La tía de la joven, Claire Hanshaw, comentó ha comentado ante los medios locales: "Ella seguía llamando cada seis semanas porque el bulto todavía estaba allí. No sabía qué era y quería que la vieran, pero seguían diciendo que la habían derivado para una exploración. No fue vista por un año. Cuando finalmente la vio un médico, él la llevó dos días después para una radiografía".
"Una semana y media después, se hizo una resonancia magnética porque el médico estaba preocupado y pensó que podría ser cáncer. El médico que la llamó le dijo que bajara directamente y que debería haberla visto antes", agregó la familiar de la joven. Mientras aún esperaba los resultados, Amelia tenía tanto dolor que tuvo que acudir a los servicios de urgencias de York.
Los médicos le practicaron una tomografía computarizada que reveló cáncer en los pulmones, los ganglios linfáticos y la ingle, así como en la espalda. La ingresaron para tratar de controlar su dolor y la remitieron a Leeds para más exploraciones. Allí comenzó la quimioterapia el pasado mes de mayo. Pero solo había tenido una ronda cuando llegaron los resultados de los escaneos.
Amelia, devastada, recibió la noticia de que solo le quedaban dos meses de vida. Murió el pasado 12 de junio y su funeral se ha realizado recientemente. La familia no ha tenido explicación ni disculpa por parte del personal médico sobre el motivo de la demora, según han puntado: "Todos hemos trabajado estando el coronavirus, de todos modos. Estamos furiosos. Es hora de que los médicos dejen de usar el covid como excusa para ver a menos personas".
La otra tía de la joven, Meredith Stier, de Sunderland, señaló: "Amelia siempre puso cara de valiente por sus amigos y familiares. Pero en el fondo ella estaba realmente asustada y enfadada, todos lo estábamos. Se sentía como si el sistema le hubiera fallado masivamente. Mi esposo y yo la vimos en octubre de 2021 con un bulto del tamaño de un guisante y murió el 12 de junio. Así de agresivo era este cáncer. Su abuela estuvo llamando al hospital todos los días durante semanas rogándoles que la vieran".
Los expertos destacan que el diagnóstico y la detección temprana del cáncer es fundamental. York and Scarborough Teaching Hospitals NHS Foundation Trust, que realiza escaneos y seguimientos de la enfermedad, anima "a cualquier persona que tenga alguna inquietud a que se comunique con su médico de cabecera lo antes posible". La familia de Amelia le dio su último adiós en la intimidad.