El Gobierno británico ha condenado el sábado la "utilización con fines políticos" de los ciudadanos extranjeros apresados en Ucrania después de la confirmación de la imputación de otros dos ciudadanos británicos por delitos que podrían conllevar la pena de muerte. Además, ha indicado que las autoridades británicas están en "constante contacto" con el Gobierno ucraniano para tratar estos casos y "apoyamos totalmente a Ucrania en sus acciones para lograr su liberación".
"Condenamos la utilización de prisioneros de guerra y civiles con fines políticos. Hemos trasladado esta cuestión a Rusia", ha afirmado el Ministerio de Asuntos Exteriores británico en un comunicado.
Londres responde así a la noticia publicada el viernes de que las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk han imputado a los británicos Dylan Healy y Andrew Hill por colaborar con las fuerzas ucranianas. Otros dos británicos y un marroquí fueron sentenciados a muerte en junio por colaboración con el Ejército ucraniano.
"La investigación ahora está en curso contra los mercenarios británicos Dylan Healy y Andrew Hill. Están acusados de los mismos artículos que los tres mercenarios condenados anteriormente. Hay una investigación en curso, se han presentado cargos", hizo saber el viernes la Agencia de Noticias de Donetsk, Dan News.
El 9 de junio, un tribunal de la RPD condenó a muerte a los ciudadanos británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, así como al marroquí Brahim Saadoun, acusados de participar en las hostilidades como parte de las formaciones armadas ucranianas como mercenarios.
En mayo, la cadena británica ITV identificaba a un británico llamado Dylan Healy, de 21 años, de Cambridgeshire, que fue capturado junto con otro británico, Paul Urey, en un puesto de control al sur de la ciudad de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania. Por el momento no hay confirmación oficial de proceso alguno contra Urey.
Healy, chef de Huntington, estaba tratando de ayudar a las personas a huir de las áreas del país bajo ocupación rusa cuando la pareja fue capturada en un puesto de control militar, según la ONG Presidium Network, para la que trabajaba Healy.
La ONG ha confirmado que está al tanto de que se está acusando a Healy de ser mercenario y ha subrayado que se trata de un "voluntario humanitario independiente" sin vinculación con ninguna unidad militar ni paramilitar.
"Los cargos presentados por la RPD no se sostienen por ninguna prueba y por consiguiente solo se pueden explicar como una acción por motivos políticos de la RPD y del Gobierno ruso", ha apuntado. "Condenamos la presentación de cargos falsos por parte de la RPD con el único objetivo de obtener beneficios políticos", ha remachado.