La madre y la abuela de una niña de nueve años han sido acusadas de asesinato, después de que la menor muriera tras una grave infección de piojos. Ambas, la progenitora, de 38 años, y su madre, de 64 años, pudieron haber cometido un delito de abuso infantil, por lo que fueron detenidas a la espera de la resolución final.
Fue la madre de la niña quien alertó a los servicios de emergencia, después de que su hija se quedara inconsciente en el suelo. La mujer alegó que la pequeña sufría anemia y había estado enferma, unos días antes, con fiebre, dolores de cabeza, dificultad para respirar, dolor de garganta y problemas para mantener el equilibrio.
Los médicos que acudieron al domicilio familiar, en Arizona, Estados Unidos, encontraron, efectivamente, a la niña tendida en el suelo sin que reaccionara a ningún estímulo. Lo sorprendente fue que tenía "una gran cantidad de insectos en la cara". Más tarde descubrieron el número desproporcionada de parásistos procedía de su cabello.
Finalmente, nada pudieron hacer por la niña y esta murió. Según la autopsia, la causa de la muerte fue una anemia -como indicó su madre- agravada por una infección en relación a la fuerte relacionada con una grave infección causa por los piojos. La desnutrición también contribuyó a su muerte, tal y como apunta DailyStar.