La Justicia boliviana acaba de condenar a la expresidenta del país, Jeanine Áñez, a diez años de prisión. El Tribunal Primero de Sentencia de La Paz la declara culpable de orquestar un golpe de Estado, el que la llevó al poder durante la crisis política de la nación andina en 2019, después de que el Ejército obligara a renunciar al presidente electo Evo Morales.
Áñez, de 54 años, ha sido condenada por tomar "decisiones contrarias a la Constitución" y por "incumplimiento del deber". La exmandataria ha seguido el juicio de manera virtual desde la cárcel, al permanecer detenida por riesgo de fuga.
Los simpatizantes del MAS, partido de Evo Morales, y que volvió a ganar las elecciones en 2020, lo han celebrado a las puertas del juzgado. Añez sostiene que es inocente. "Me siento muy orgullosa, y lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad", ha declarado la expresidenta, según el diario boliviano La Razón.
Asimismo, se han procesado a seis exjefes militares y policiales por los mismos hechos. El Tribunal ha condenado al excomandante general de la Policía Yuri Calderón y al excomandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman a diez años de cárcel.
Por otra parte, Flavio Gustavo Arce, exjefe del Estado Mayor militar, ha sido condenado a dos años de prisión y Pastor Mendieta, excomandante del Ejército, ha sido condenado a tres años.
Como cabía esperar, la sentencia contra Áñez ha reabierto la enorme fractura política que todavía pervive en el país.
Entre las primeras reacciones del Gobierno boliviano se ha encontrado la del ministro del Interior, Eduardo del Castillo, quien ha celebrado la condena como un precedente histórico. El ministro de Justicia, Iván Lima, ha señalado que "se ha completado una fase decisiva en el proceso de recuperación de la democracia".
El líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, ha criticado el "crimen político" contra Áñez. "El masismo acaba de cometer uno de los crímenes políticos más infames de la historia boliviana al usar el sistema de justicia servil para condenar sin ninguna prueba ni delitos a una expresidenta constitucional. El retroceso de la democracia y del Estado de Derecho es vergonzoso", ha publicado en Twitter.
El gobernador de Santa Cruz y líder de Creemos, Luis Fernando Camacho, ha subrayado que no fue un golpe de Estado, sino "el despertar de los ciudadanos para salvar la democracia". "El abuso de la justicia masista al condenar a Jeanine Áñez no cambiará nada esta verdad", ha resaltado.
Para Unidad Nacional se trata de una decisión procedente de "jueces manipulados por el poder contra la expresidenta", califican el día como "nefasto para la democracia boliviana" y arremeten contra el sistema judicial: "No puede haber nada tan degradante para la democracia, para la justicia y para la moral ciudadana que, quienes están llamados a imponer la ley, sean los que la rompen por conveniencia política y por corrupción".
A nivel internacional, 23 expresidentes de países iberoamericanos han criticado la sentencia por "acusaciones inventadas" contra Áñez.