Se hizo famoso por aumentar sus bíceps de forma descomunal. Y no por trabajar duramente en el gimnasio, si no por hacerlo inyectándose una mezcla casera de aceite y sustancias químicas. Logró su objetivo, sí. El músculo situado en la parte superior de su brazo aumentó hasta 58 centímetros, pero los problemas de salud lo hicieron en la misma proporción. Es Kiril Tereshin, conocido como el 'Popeye' humano.
El capricho de Tereshin, exsoldado ruso de 25 años, le puso en una situación límite: los médicos temieron por su vida y llegaron a plantearse amputarle ambas extremidades, por tener dentro de ellas grumos de vaselina endurecida y "músculos muertos".
Finalmente, el 'Popeye' humano pasó por quirófano para desprenderse de los fatídicos implantes. Pero lejos de esquivar la piedra, parece más que dispuesto a tropezarse otra vez con ella. El último capricho de Tereshin es querer ser un extraterrestre. Como eso nunca lo va a lograr, al menos, intenta parecerse lo máximo posible a ellos -al concepto que él tiene, claro-.
Para ello, ha vuelto a pasar por quirófano. Esta vez para operarse la cara. El 'Popeye', que ahora quiere ser extraterrestre, se ha realzado los labios, rellenado las mejillas y moldealdo la mandíbula inferior y frente con diversas cirugías plásticas.
Él mismo compartió su nuevo rostro en Instagram, donde, a través de un vídeo, contó el proceso y cómo adoptar el físico de una extraterrestre le acercaría a ellos tras su muerte. Asegura que "una vez vio un platillo volador" y que moldear su rostro hará que algún día pueda llegar a conocerlos.