A escasos 150 metros de una escuela pública, yace el cuerpo sin vida de un hombre joven. Está cubierto. Tenía alrededor de 20 años. Merodeaba por un canadiense donde hay cinco colegios e iba armado con un rifle. Horas después de una de las mayores matanzas en un colegio de Texas, en EEUU. Eso hizo saltar todas las alarmas.
La policía se apresuró a localizarle y cuando iba a ser detenido, se enfrentó a los agentes. "Escuché tres disparos rápidos y seguidos", dicen los testigos, que creen que la rápida actuación policial ha evitado otra posible masacre. "No sabemos lo que estaba a punto de pasar o lo que podría haber pasado. Por eso no quiero especular o sugerir que hubiera ocurrido algo similar a lo de Estados Unidos", dicen las autoridades.
La Policía reveló en una rueda de prensa que varias personas denunciaron la presencia de un individuo armado con un rifle en las inmediaciones de un colegio en el oeste de Toronto. El jefe de Policía de Toronto, James Ramer, calificó el incidente como traumático para los estudiantes, profesores y padres, especialmente tras los tiroteos en las localidades estadounidense de Búfalo y Uvalde en los últimos días.
La presencia del individuo armado obligó a varias escuelas del oeste de Toronto a poner en marcha protocolos de emergencia y retener a los estudiantes en el interior de los edificios hasta que la Policía se aseguró de que no había peligro.