El vestido negro de la reina Letizia, un Balenciaga con historia que ha estado 'escondido' más de 15 años
Los reyes Felipe y Letizia han sido retratados a manos de Annie Leibovitz para la colección 'La tiranía de Cronos' del Banco de España
Uno de los detalles que más ha impresionado ha sido el vestido de la reina, un Balenciaga con más de 70 años de historia
El significado oculto del anillo que ha eclipsado el retrato de la reina Letizia
Se acabó la expectación por conocer los retratos que la conocida fotógrafa Annie Leibovitz realizó a los reyes Felipe VI y Letizia en el Salón de Gasparini del Palacio Real el pasado mes de febrero. El Banco de España ha presentado este martes 26 de noviembre las instantáneas en el marco de la exposición La tiranía de Cronos, que abrirá al público este miércoles.
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Se trata de un díptico en el que Sus Majestades posan juntos, aunque separados por una butaca. El soberano viste para la ocasión el uniforme de gala del Ejército de Tierra, mientras que la reina va enfundada en un vestido negro de tul de seda plisado y una capa de gala de seda rosa del reconocido diseñador Cristóbal Balenciaga. La reina, además, luce entre sus joyas dos piezas del lote de pasar y un anillo. Ha decidido no portar tiara.
Es un vestido con escote palabra de honor, drapeado en la zona del cuerpo y acabado en una falda de tul con volumen que no ha pasado desapercibido y que se ha convertido en el centro de las miradas de las instantáneas. Una prenda con más de 70 años de historia y que lleva escondido más de 15 años.
Tanto el vestido como la capa, de conjuntos diferentes, forman parte de la Fundació Antoni de Montpalau. Tal y como han explicado a la web de Informativos Telecinco desde la fundación, atesoran el traje de noche en cuestión desde 2008, mientras que la capa llegó en el año 2015.
Según ha explicado el cofundador, vicepresidente y director, Josep Casamartina Parassols, a Mujer Hoy, el vestido data de los años cuarenta y perteneció a Maria Junyent, hija del pintor, escenógrafo y coleccionista Oleguer Junyent, que eran vecinos del taller de Balenciaga en Barcelona. El hijo de la que había sido su propietaria, Oleguer Armengol Junyent, lo donó a esta fundación en 2008, donde ha estado escondido y la fundación ha atesorado hasta ahora. No sabía que 16 años después, sería la mismísima reina Letizia quien se lo pondría.
En cuanto a la capa, Casamartina sostiene al citado medio que fue diseñado para condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert, en 1962 y para, casualmente, la boda de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía en Grecia.
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