Les vemos en pantalla grande, en alfombras rojas, en sesiones de fotos, en entregas de premios… Muchos de ellos son millonarios. No tienen que preocuparse de los problemas de ir a una oficina todos los días durante ocho horas. Pero al final son personas, y cometen los mismos errores. Y acaban ahogándolos en alcohol. Pero, cuando eso se convierte en un hábito, la adicción hace acto de presencia, y las cosas se complican.
Muchas veces aguantar la fama es duro. No todo el mundo está hecho para ello, y la forma de lidiar con ello a veces lleva directamente a problemas como el alcoholismo. Una adicción que, solo en nuestro país y según datos del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, mata a más de 14.000 personas. Sobre todo por cáncer o enfermedades digestivas, pero también por causas externas como los accidentes o los suicidios; suelen ser bebedores de riesgo, de los que hay en España 1,9 millones de consumidores, en su mayoría hombres.
En Estados Unidos, la cifra sube hasta casi las 60.000, y el 28% de los accidentes de tráficos es causado por el alcohol. Un problema real que, como sociedad, no sabemos cómo atajar. Por eso muchas veces es tan importante que grandes estrellas que hayan sufrido de alcoholismo y hayan conseguido superarlo, hablen sobre el tema, dejando atrás un tabú que ha hecho mucho daño. Una de las últimas celebridades en hacerlo ha sido Tom Holland, quizá uno de los actores más famosos del momento.
Porque, ¿quién no conoce a Spiderman, nuestro amigo y vecino Spiderman? “Solía ir a esas fiestas y decir: ‘No puedo hablar con alguien hasta que esté borracho”, explicó en el podcast Rich Roll. Se dio cuenta de que tenía un problema con el alcohol cuando decidió hacer el reto Dry January (mantenerse sobrio todo el mes de enero) y le costó más de lo que pensaba.
“No podía asimilar lo mucho que me costaba dejar de beber alcohol durante ese primer mes, y eso me asustó mucho”. Por suerte, contó con el apoyo de su amigo y mentor en la gran pantalla Robert Downey Jr. “Se convirtió en un aliado para mí”. Porque al final, lo importante es tener a gente cerca que te apoye y, sobre todo, ayuda profesional. Robert Downey Jr. es el gran paradigma de Hollywood para superar adicciones y luego crecer profesionalmente. El actor vivió una década de los 90 muy turbulenta, repleta de detenciones, enfrentamientos con la policía y despidos de producciones (por ejemplo, de la serie ‘Ally McBeal’), y sus padres fueron su punto de ayuda para recuperarse. Ahora es el actor mejor pagado del mundo, y ha ayudado a otros a regresar a la sobriedad, como el director Brett Ratner.
Pero no es la única gran estrella que ha ayudado a otros por el camino. Porque ahí tenemos el ejemplo de Bradley Cooper. “No tuvo nada que ver con la fama, pero vivía entre el alcohol y las drogas en aquel entonces. Pero tuve suerte. Llevo sobrio desde los 29 años, hace ya 19. Soy muy, muy afortunado”. Así se sincero en un programa del canal Nacional Geographic. Y tras llevar casi dos décadas sobrio, ayudó a amigos de la profesión a conseguir lo mismo, como a Brad Pitt, cuya adicción fue uno de los detonantes del final de su matrimonio con Angelina Jolie. “Trabajé para estar sobrio gracias a este tío y, desde que lo hice, mis días han sido mucho más felices. Te quiero y te doy gracias por ello”, dijo la estrella de cine al recoger un premio en la gala de 2020 de los National Board of Review Annual Awards.
Pero es que ambos, Cooper y Downey Jr., se unieron para ayudar y a apoyar a otra estrella que luchaba contra su adicción al alcohol: Ben Affleck. El actor también tuvo muchos problemas con el abuso del alcohol, y los dos actores se convirtieron en aliados para él. Pero esto no es algo que solo afecte a las estrellas de hoy en día. En el Hollywood clásico, el alcoholismo también estaba a la orden del día. Por ejemplo, la estrella Veronica Lake, icono de los años 40, murió sola, peleada con sus hijos y sin amigos, todo por culpa de su adicción. Montgomery Clift, leyenda del cine clásico, se refugió en la bebida debido a tener que ocultar su orientación sexual por orden del estudio. Incluso Humphrey Bogart era conocido por su gusto por la bebida. De hecho, durante el rodaje de ‘La reina de África’, todo el equipo acabó enfermando por el agua corriente de la zona… menos el propio Bogart y el director John Huston, porque solo bebían whisky.
El alcoholismo es un gran problema de nuestra sociedad desde hace décadas, y es necesario que grandes figuras con un buen altavoz hablen alto y claro sobre los problemas derivados de abusar de la bebida. Por eso son tan importantes testimonios como los de Tom Holland o Anne Hathaway, que recientemente también se abrió sobre su problema. “Me pareció extremo tener que decirme: ‘¿Pero nada de alcohol? Pero nada’. Si eres alérgico a algo, no lo discutes. Así que dejé de discutirlo. Mi experiencia personal es que todo es mejor. Para mí, significaba revolcarse en combustible. Y no me gusta revolcarme”, explicó en Vanity Fair. Desde que decidió poner el punto y final, lleva más de cinco años sobria.
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