Matthew Perry habló abiertamente sobre su adicción a los opiáceos y al alcohol: "Debería estar muerto"
Matthew Perry habló abiertamente sobre su adicción a los opiáceos y al alcohol, un problema que tuvo durante décadas
La inquietante y última publicación de Matthew Perry en Instagram días antes de su muerte
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La muerte del actor Matthew Perry, más conocido por dar vida a Chandler Bing en la serie 'Friends', a los 54 años de edad ha conmocionado al mundo entero, que le rinde homenaje en las redes sociales. El intérprete ha sido hallado sin vida el sábado en su casa de Los Ángeles (California, Estados Unidos) y el departamento de Policía de la ciudad, ya ha abierto una investigación para esclarecer las causas de la muerte. Según fuentes policiales citadas por TMZ, no se habrían encontrado drogas en el lugar.
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En este sentido, el actor admitió abiertamente en varias ocasiones haber sido adicto a los opiáceos y al alcohol, aunque en octubre de 2022 dijo llevar sobrio 18 meses. "Probablemente he gastado 9 millones de dólares o algo así tratando de estar sobrio", confesó Matthew Perry en una entrevista del 'New York Times' en octubre de 2022 detallando algunos problemas de salud que le había ocasionado el consumo de sustancias.
Matthew Perry: adicción a las pastillas y al alcohol
Estuvo hasta 15 veces en rehabilitación y se sometió a 14 operaciones. Matthew Perry admitió que estuvo a punto de morir por una sobredosis de opioides, que hizo que estuviese dos semanas en coma y cinco meses en el hospital. Le estalló el colon y se vio obligado a usar una bolsa de colostomía durante nueve meses después de haberse sometido a varias cirugías de estómago.
Así lo confesaba en una entrevista a la revista People, poco antes de que se publicasen sus memorias 'Lovers, and the Big Terrible Thing' ('Amigos, amantes y aquello tan terrible', en español) en noviembre de 2022. El intérprete reconocía entonces que llegó a tomar dos litros de vodka y 55 pastillas de Vicodin al día, un opioide derivado de la codeína, que se utiliza como analgésico vía oral para tratar el dolor moderado a severo y como antitusivo.
Su adicción llegó a ser tal que hizo todo tipo de cosas para conseguir las 55 pastillas. Por ejemplo, durante las jornadas de puertas abiertas para visitar casas en ventas, confesaba en una entrevista con Diane Sawyer para ABC News, entraba en los baños para cogerlas. Pensarían: "No puede ser que Chandler entre y nos robe".
Llegó a pesar 58 kilos, pero aun así "no sabía cómo parar", confesaba en la entrevista para 'People'. Su enfermedad empeoró progresivamente, haciéndole envejecer prematuramente, y haciéndose evidente en el rodaje de 'Friends', algo con lo que sus compañeros de serie, dice, "fueron comprensivos y pacientes".
Al publicar sus memorias, el actor reconocía que "son muchos recordatorios para mantenerse sobrio. Sólo tengo que mirar hacia abajo”, aseguró. “La próxima vez que pienses en tomar Oxycontin, piensa en llevar una bolsa de colostomía para el resto de tu vida", le dijo su terapeuta. “Mis 14 cirugías me recuerdan que no puedo volver a aquello”, expresaba en aquella entrevista.
"Los que lean el libro, creo que se sorprenderán de lo mal que se puso en ciertos momentos y lo cerca que estuve de morir", adelantó, añadiendo: "digo en el libro que si muriera, impactaría a la gente, pero no sorprendería a nadie. Y vivir con eso da mucho miedo. Así que espero que la gente se identifique con eso y sepa que esta enfermedad ataca a todos. No importa si tienes éxito o no, a la enfermedad no le importa".
Posteriormente, ya en su libro, comenzaba con unas duras declaraciones: "Hola, mi nombre es Matthew, aunque es posible que me conozcas por otro nombre. Mis amigos me llaman Matty. Y debería estar muerto".
"Si ves la tercera temporada de Friends, espero que te eches las manos a la cabeza de ver lo delgado que estoy hacia el final de la temporada (los opiáceos te fastidian el apetito y te hacen vomitar sin parar). En el último episodio, verás que llevo puesta una camisa blanca y pantalones color crema y me queda todo por lo menos tres tallas grande. (Compáralo con cómo se me ve en el último episodio de la sexta temporada y en el primero de la séptima, los de la petición de matrimonio de Chandler y Mónica. En ambos capítulos llevo la misma ropa [se supone que tienen lugar la misma noche], pero debo de haber perdido unos 23 kilos entre los dos. Durante los años en que trabajé en Friends, sufrí unos cambios de peso que abarcaron de los 58 a los 102 kilos)", detalló en sus memorias.
"Si prestas atención al peso que tengo de una temporada a otra, puedes seguir la trayectoria de mi adicción: si gano peso, es por el alcohol; si estoy delgado, es por las pastillas. Y si llevo perilla, es porque estoy tomando muchísimas", contó, especificando que "al final de la tercera temporada, me pasaba la mayor parte del tiempo pensando cómo podía hacerme con 55 Vicodinas al día; y es que tenía que tomarme 55 cada día, de lo contrario, me ponía malísimo. Y para ello, hacía falta desempeñar un trabajo a tiempo completo: hacer llamadas, ir a ver a los médicos, fingir que tenía migraña, encontrar a alguna enfermera lo suficientemente corrupta como para darme lo que necesitaba".
"Me ha llevado un tiempo darme cuenta de lo que estaba pasando. Empecé tomándome como unas 12 al día y de la noche a la mañana paré y me encontré fatal. 'Algo en mí no va nada bien', pensé entonces, pero seguí a lo mío. Me dije que cuando concluyera el rodaje de la temporada de Friends me pondría en tratamiento para solucionarlo. Aquella decisión casi acaba conmigo. Si la temporada hubiese durado un mes más, me habría muerto", escribió.