Begoña Villacís se sincera tras el asesinato de su hermano: "Mis padres tienen la conciencia tranquila"
Borja Villacís fue asesinado en un tiroteo ocurrido en el distrito madrileño de Fuencarral el pasado 4 de junio
Ahora, su hermana, Begoña Villacís, ha decidido hablar sobre lo ocurrido y contar cómo se encuentra tanto ella como su familia
Borja, el hermano de Begoña Villacís, asesinado a tiros en Madrid: ultra e imputado por narcotráfico y blanqueo
El 4 de junio de 2024, la vida de Begoña Villacís cambió para siempre. Su hermano pequeño, Borja Villacís, fue asesinado en la carretera de Fuencarral-El Pardo tras recibir varios disparos en la cabeza a la entrada de un restaurante de esa zona del norte de Madrid. Un brutal crimen que conmocionó a España entera y que sumió a la familia de la exvicealcaldesa de Madrid en un profundo vacío.
Así lo confesó la propia Begoña a través de las redes sociales poco después del suceso. "Mi familia nunca volverá a ser la misma, está rota para siempre. Mis padres han enterrado a un hijo, mi hermano. Yo no puedo, de verdad que sigo sin poder creer que no lo voy a volver a ver".
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Ahora, casi cinco meses después de lo ocurrido, la expolítica ha decidido hablar de lo ocurrido y contar cómo se encuentra tanto ella como su familia. "Mi corazón ha sufrido mucho en los últimos tiempos", ha comenzado en una entrevista con El Debate.
Villacís ha reconocido que el dolor que siente "es para siempre", y que el duelo también. "Bueno, yo tomé una decisión, que es la de no anestesiarme. No me tomé una pastilla para dormir nunca, ni un calmante, y elegir sufrir. Y creo que hice bien, porque yo creo que en la vida el sufrimiento forma parte de la vida y hay que vivirlo, sobre todo para ser consciente después de cómo uno mejora; y sé que tengo que convivir con algo que me dolerá para siempre. Pero cuando se tiene una buena familia, un buen entorno, se tiene buenos apoyos, buenos amigos, bueno de todo... Pues, se tienen papeletas para tirar para adelante".
Sobre cómo lo han afrontado, ha explicado: "Mis padres están muy bien porque han sido muy buenos padres y tienen la conciencia muy tranquila y son muy creyentes y eso les sirve de mucho. Yo, cuando les he acompañado, -la verdad que nunca he hablado de esto-, pero cuando les acompaño a Santa Gema y veo sus pequeños ritos, siento que ayuda mucho. Son muy buenos padres. Y tener la conciencia tranquila es muy importante. Pero, el dolor es para siempre. Eso... es para siempre. Aunque se puede convivir con todo".
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