Jenna Fischer, la popular actriz, conocida por su papel de la recepcionista Pam Beesly en la serie The Office, ha anunciado que en diciembre de 2023 le detectaron un cáncer de mama y que ahora, diez meses después, y tras someterse a cirugía, quimioterapia y radiación, lo ha superado.
La estadounidense lo ha revelado este pasado martes 8 de octubre a través de un post en su perfil de Instagram, en el que ha compartido su experiencia con la enfermedad coincidiendo con el mes de concienciación sobre el cáncer de mama. "Nunca pensé que haría un anuncio como este, pero aquí estamos", ha comenzado.
Junto a una serie de diapositivas, Fischer ha explicado que su diagnóstico comenzó en octubre del año pasado, cuando publicó una foto de ella preparándose para una mamografía rutinaria "con un recordatorio en broma de 'cuidar el tictac de su equipaje' al estilo de Michael Scott".
Después de obtener unos resultados no concluyentes, una ecografía reveló un bulto en su seno izquierdo y en diciembre llegó la peor de las noticias: el diagnóstico de un cáncer de mama triple positivo en etapa uno.
Según Fischer, su tipo de cáncer era "agresivo", pero también muy tratable. En enero, se sometió a una lumpectomía, una cirugía para extirpar parte del tejido mamario. "Por suerte", el cáncer se detectó a tiempo y no llegó a propagarse, pero para asegurarse de que no regresara, en febrero se sometió a 12 sesiones por semana de quimioterapia, en junio a la radiación y recibió una serie de "infusiones continuas de Herceptin y una dosis diaria de Tamoxifeno".
Para mantener el cáncer en privado, Fischer ha recurrido a unas "pelucas estupendas y sombreros con pelo". Tras diez meses con la enfermedad, ya puede decir que "me siento muy bien y libre de cáncer".
Como deseo para celebrar su recuperación, la actriz pidió tocar una campana junto a su marido, Lee Kirk, y sus hijos, Weston y Harper, mientras todos tiraban confetti. "Así que lo hicimos", ha señalado, compartiendo con sus seguidores una imagen del mágico momento.
Ahora, Fischer "seguirá recibiendo tratamiento y seguimiento" y seguirá contando con la ayuda de su círculo más íntimo. "Lee ha estado a mi lado en todo el proceso. Y me refiero literalmente a mi lado: cirugías, quimioterapia, citas con el médico, búsquedas interminables con Google, llantos horribles a altas horas de la noche. Estuvo ahí".
La actriz ha agradecido a todas aquellas personas que le han apoyado en este difícil momento, incluida su coprotagonista de The Office, Angela Kinsey, quien "me protegió y abogó por mí". "Durante mucho tiempo, ella era la única persona en mi lugar de trabajo que lo sabía. Cuando perdí el cabello, ella usaba sombreros en nuestras reuniones de trabajo para que yo no fuera el único. Cuando necesitaba un descanso, lo tomábamos".
Fisher ha decidido alzar la voz para crear conciencia y animar a sus seguidores a tomar medidas para detectar el cáncer de forma temprana. "Lo digo en serio, llama a tu médico ahora mismo. Mi tumor era tan pequeño que no se podía sentir en un examen físico. Si hubiera esperado seis meses más, las cosas podrían haber sido mucho peores. Podría haberse extendido... Considera esto como tu patada en el trasero para que lo hagas", ha advertido.
Asimismo, Fischer ha tomado esta decisión para apoyar a otras mujeres con un diagnóstico de cáncer de mama: "Como sabe cualquiera que haya tenido un diagnóstico de cáncer, la vida cambia de inmediato. Todo se reduce a citas médicas, resultados de pruebas, tratamientos y recuperación de los tratamientos. De repente, todo en tu vida gira en torno a una sola cosa: luchar contra el cáncer".
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