Máxima preocupación por la emperatriz Michiko de Japón, madre del actual emperador Naruhito. As sus 89 años, ha sido ingresada en el Hospital Universitario de Tokio este lunes 7 de octubre tras sufrir una aparatosa caída en el Palacio Sento, su residencia oficial en Kyoto, por la cual se ha fracturado la parte superior del fémur derecho.
Este próximo martes 8 de octubre se someterá a una operación para tratar su fractura, tal y como ha informado la Casa Imperial a AFP. Es su primera hospitalización desde 2019, cuando fue tratada de su cáncer de mama.
Según ha trascendido, Michiko "se cayó en su residencia y sintió dolor, por lo que fue programada para un chequeo en el hospital este mismo lunes", ha señalado el portavoz de la agencia de la Casa Imperial, Katsuyoshi Nakamura.
Otro portavoz, Kazuhiro Jibuki, ha explicado que la emperatriz será operada el martes en el Hospital de la Universidad de Tokio después de que los médicos detectaran una fractura en el fémur derecho, confirmando los últimos informes de los medios locales. Su marido, el anterior emperador Akihito, se ha dejado ver llegando al centro médico para arropar a su esposa ante este delicado bache de salud.
Michiko de Japón alcanzará los 90 años el próximo 20 de octubre, una fecha de lo más especial por las que estaban previstas algunas celebraciones, que podrían verse suspendidas por este inesperado accidente doméstico.
Michiko Shōda nació el 20 de octubre de 1934 en Tokio, Japón, y ha sido la primera mujer plebeya en casarse con un emperador japonés en la historia moderna, convirtiéndose en la emperatriz consorte de Japón al contraer matrimonio con el emperador Akihito en 1959.
La decisión de Akihito de casarse con Michiko fue significativa no sólo por su origen, sino también por los cambios que representó en la familia imperial japonesa, rompiendo toda una tradición. Su matrimonio desafió las normas sociales y representó un cambio hacia una imagen más moderna de la familia imperial.
Durante su tiempo como emperatriz consorte, Michiko fue muy activa en obras de caridad y en el apoyo a diversas causas sociales. Se ha destacado por su trabajo en la promoción de la educación y la atención a los ancianos y las personas con discapacidad.
El 30 de abril de 2019, Akihito abdicó, abandonando así el Trono de Crisantemo, lo que llevó a Michiko a convertirse en la emperatriz madre. Fue el primer emperador en abdicar en 200 años dando paso a su hijo Naruhito.
La dinastía reinante más antigua del mundo, la japonesa, podría extinguirse dentro de poco. El emperador Naruhito y su esposa Masako se enfrentan a la mayor crisis de su historia, y es que la Casa Imperial se queda sin varones.
La sucesión al trono del Crisantemo debería recaer en manos de su única hija, Aiko. Sin embargo, la línea sucesoria al trono imperial está restringida a los hombres, según la Ley de la Casa Imperial de 1947, que establece que sólo los varones pueden ascender al trono. En Japón, se cree que la continuidad de la línea masculina asegura la pureza y legitimidad de la sucesión.
Es por ello que, hasta la fecha, Aiko no puede ser la heredera y, de casarse con un plebeyo, será despojada de su título imperial y dejará de formar parte de la Familia Imperial.
En esta línea, quien ocupa el primer puesto en la línea es el príncipe Fumihito -hermano menor de Naruhito y tío de la princesa-. A él le sigue su hijo, el príncipe Hisahito, de 18 años, el único varón de la generación más joven de la Familia Imperial. De no tener un nuevo sucesor, Hisahito será el último en poder ser emperador, y con él, la dinastía desaparecería. El joven es la última esperanza de la Casa Imperial.
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