Jennifer Lopez y Ben Affleck buscan mantener una buena relación casi un mes después de solicitar su divorcio en un tribunal de Los Ángeles. Además, parece ser que un nuevo acontecimiento podría reescribir su historia de amor tras ser vistos juntos públicamente por primera vez el pasado sábado 14 de septiembre.

El famoso exmatrimonio reapareció en el Hotel Beverly Hills de Los Ángeles disfrutando de una salida familiar y un almuerzo junto a sus hijos. Los que comparte Affleck con Jennifer Garner, Finn y Samuel, y los mellizos de Lopez fruto de su relación con Marc Anthony, Max y Emme.

JLo y el actor fueron inmortalizados por los paparazzis allí presentes. Para la ocasión, la cantante optó por un look compuesto por unos vaqueros de tiro alto, un top negro de manga larga y tacones. Ambos cubrieron su rostro con gafas de sol.

"Todos se reunieron para un almuerzo divertido para que los niños pudieran pasar el rato. Jennifer está tratando de ser amigable con Ben. Sin embargo, todavía están avanzando con el divorcio. Están resolviendo los detalles financieros de manera amistosa", ha espetado una fuente cercana a la revista People.

Según han apuntado otros medios como Page Six o Daily Mail, no se trató de una relación tensa ni incómoda. De hecho, varias fuentes han informado que fueron vistos "cogidos de la mano y besándose" en el interior del hotel. La fuente también ha asegurado que sus hijos estaban cerca del restaurante donde almorzaron, "pero en una mesa separada". Si bien es cierto que no hay ni rastro de estas muestras de cariño.

Unas informaciones que otros medios han desmentido, señalando incluso que la actriz de Atlas "se secó las lágrimas" al subir al coche junto a Affleck. "Mantuvieron sus cabezas juntas en lo que fue descrito como un intercambio serio de 20 minutos", ha apuntado Daily Mail.

Al terminar su cita, llegó Garner al lugar para recoger a sus hijos.

Una de las grandes incógnitas que sobrevolaban en torno a las estrellas de Hollywood era por qué habían decidido tomar caminos separados.

Lopez citó "diferencias irreconciliables" en su petición de divorcio y, según fuentes cercanas a la revista People, la cantante y el actor se enfrentaron a múltiples inconvenientes para hacer frente a sus personalidades opuestas.

Otra fuente apuntaló que Ben era propenso a continuos "cambios de humor" con "grandes altibajos". "Quien dijo ser y quien resultó ser eran dos personas diferentes (...). Él no entiende cómo su mal humor afecta a las personas que le rodean", manifestó la fuente.

La distancia y los compromisos de ambos también han jugado un papel clave en la decisión de poner fin a su matrimonio.

Fuentes cercanas a la expareja también afirmaron a la revista People que el actor de Hypnotic no tenía "ningún interés" en arreglar su matrimonio. Así, la cantante llegó a la dolorosa conclusión de que era "hora de seguir adelante" por varias razones.

"Ella está muy decepcionada y triste, pero Ben no le ha dado ninguna señal de que quiera continuar con su matrimonio. No ha mostrado ningún compromiso ni interés en que su matrimonio funcione. Ha llegado al punto en que ella sólo necesita cuidar de sí misma", ha desvelado la fuente.

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