El gran problema que afrontan Jennifer Lopez y Ben Affleck en medio de su sonado divorcio

Jennifer Lopez y Ben Affleck se han convertido en protagonistas indiscutibles de la prensa nacional e internacional desde que el pasado 20 de agosto la cantante pusiera fin a su matrimonio.

La famosa expareja de Hollywood ha decidido divorciarse tras meses de "problemas y diferencias irreconciliables", tal y como sostuvo Lopez en su demanda de divorcio, presentada en el Tribunal Superior del condado de Los Ángeles.

Según se ha conocido, no existe ningún acuerdo prenupcial, la actriz ha renunciado a la manutención conyugal y ha pedido al juez que también le niegue dicha pensión a Ben.

En medio de esta difícil y sonada situación, ambos afrontan otro gran problema y que este lunes 26 de agosto, seis días después, ha visto la luz.

Y es que el apartamento de JLo y Affleck en Beverly Hills, valorado en 68 millones de dólares, sigue sin venderse casi dos meses después de lanzarse al mercado.

Tal y como ha confirmado el portal TMZ, en este tiempo no ha habido "ningún movimiento" en la mansión, por lo que todo apunta a que el drama de su separación se ha recrudecido todavía más.

La mansión de 12 habitaciones y 24 baños salió a la venta el pasado mes de julio, sin embargo, no hay ofertas ni acuerdos serios en curso.

Las fuentes consultadas han asegurado que la casa podría permanecer en el mercado durante mucho tiempo debido al elevado coste y al momento en el que se encuentra el sector. Cabe destacar que la compraron por 60 millones de dólares.

Se trata de la vivienda que tienen en la urbanización privada Crestview Manor, de Beverly Hills. Según apuntaron varios medios estadounidenses como US Weekly, habría sido el actor quien tuvo la iniciativa de poner a la venta su hogar en común: "Quiere deshacerse de la casa. Nunca fue feliz allí".

Un nuevo episodio al que se enfrentan la diva de El Bronx y su expareja mientras su historia de amor llega a su fin, dejando atrás su matrimonio y comenzando una nueva etapa de sus vidas.

La finca fue construida en 2004 y ha sido reformada en numerosas ocasiones para incorporar tecnología más avanzada y modernizar el estilo de la vivienda.

Cuenta con 3.500 metros cuadrados y, además del edificio principal, también posee uno para invitados, perfecto para el extenso círculo de Bennifer. Incluso tiene una casa para el conserje y el personal de seguridad.

En cuanto a las comodidades y lujos que ofrece la vivienda, se encuentra una pista de baloncesto y tenis, un gimnasio, un ring de boxeo, un bar y hasta un aparcamiento con capacidad para 80 vehículos.

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