Los acusados de la muerte de Matthew Perry se burlaban de él: “Me pregunto cuánto pagará este idiota"

Casi ocho meses después de la muerte de Matthew Perry, el pasado 28 de octubre de 2023 en Pacific Palisades, Los Ángeles, donde fue encontrado muerto en el jacuzzi de su vivienda, la investigación sobre las causas del fallecimiento continúa arrojando pistas que apuntan que, contra lo que se podía pensar inicialmente, no fue simplemente una “sobredosis accidental” lo que acabó con su vida y, de hecho, hay cinco personas acusadas por su muerte. Todas ellas participaron de todo un entramado que, según la investigación, “se aprovechó” del actor y sus problemas de adicción. Informa Nacho Soriano.

Cuando encontraron su cuerpo sin vida, entre especulaciones e hipótesis que llegaban a señalar que podía haberse ahogado en el jacuzzi, pronto algo llamaría la atención de los forenses: en su cuerpo encontraron altos niveles de ketamina, en el rango usado para las anestesias generales durante una cirugía.

Si bien el actor había estado tratándose de una depresión utilizando en su terapia infusiones de ketamina, no debería haber tenido esos niveles en sangre ni debería haber estado en su sistema desde la última cita terapéutica que había tenido hacía más de una semana, como recoge BBC.

Los acusados de la muerte de Matthew Perry “se aprovecharon de su adicción”

Ahondando en estos detalles y tras todo este tiempo investigando lo ocurrido, los ficales estadounidenses que están tras el caso han llegado al descubrimiento de toda una red dedicada al narcotráfico entre las cuales había personas muy cercanas a Matthew Perry que se habían estado lucrando con él, aprovechando su adicción para “enriquecerse”.

Así lo sostiene el fiscal federal Martín Estrada, que recientemente ha informado que hay un total de cinco acusados por su muerte: Eric Fleming, que se declaró culpable de conspiración para distribuir ketamina y admitió que distribuyó la droga que mató al actor; su asistente personal, Kenneth Iwamasa, de 59 años, que conspiró para obtener la ketamina ilegalmente y dársela a Matthew Perry, –siendo además acusado de haber sido quien le inyecto la dosis que llevó a su muerte–; Mark Chávez, un médico de 54 años que también se declaró culpable de conspiración por distribuir el anestésico; el doctor Salvador Plasencia, acusado de jactarse de las cantidades por las que consiguió vender la droga al actor al saber que volvió a engancharse; y la Jasveen Sangha a quien en el mundillo todos conocían como la ‘Ketamine Queen’, la ‘Reina de la Ketamina’.

De todos ellos, los dos últimos han sido detenidos, mientras sobre los cinco pesa una investigación que puede llevar a una grave condena.

El emporio de drogas de la ‘Reina de la Ketamina’ y el entramado en el que cayó el actor

La ‘Reina de la Ketamina’, cuyo nombre aparece una y otra vez en el marco de la investigación, lideraba todo un emporio de droga en su casa en North Hollywood. Fue ella la que suministró las drogas que llevaron a la muerte del famoso actor de ‘Friends’ ese 28 de octubre de 2023 y sabía que la ketamina que distribuía podía ser mortal. Entre otras cosas porque ya había fallecido otra persona por ello, y era consciente.

Los investigadores la acusan de distribuir la droga y de intentar encubrir sus acciones junto al resto de los acusados, a los que llegó a pedir que borrasen ‘todos los mensajes’ que habían mantenido. De hecho, en el momento en que trascendió todo llegaron a pensar que estaban ‘protegidos’ porque el contacto no había sido directamente con Matthe Perry sino con su asistente, al que veían en ese caso como ‘el facilitador’.

No obstante, las autoridades descubrirían que todos estaban implicados en el entramado. Durante los registros en la residencia de ‘la Reina de la Ketamina’, denominada ‘Sangha Stash House’, encontraron 80 viales de frascos de ketamina y miles de pastillas que incluían metanfetamina, cocaína y Xanax. Además, hallaron una pistola.

En ese lugar, su “emporio’ particular, empaquetaba y distribuía las drogas principalmente entre ricos y famosos, según detalla BBC.

"Sólo trata con personas de alto nivel y celebridades", ha señalado la acusación.

Los acusados intentaron encubrir su relación con la muerte de Matthew Perry

Tras la muerte de Matthew Perry, los ahora acusados se apresuraron a encubrir los hechos. Para ello, pidiendo eliminar los mensajes que pudieran comprometerles, llegaron a utilizar códigos de lenguaje para referirse a la ketamina con otros términos como ‘Dr Pepper’, ‘bots’ o ‘latas’. Además, el doctor Plasencia, al parecer, falsificó registros médicos para que pareciese que era legítima la droga que se le dio al actor.

La ketamina que le vendiste a mi hermano le mató

Pese a sus esfuerzos, no obstante, los investigadores llegaron a la red y sus acciones, descubriendo que la ‘Reina de la Ketamina’ ya había estado vinculada a otra muerte por sobredosis en 2019.

Según han relatado los fiscales, un cliente identificado como Cody McLaury falleció de una sobredosis tras comprarle la droga y, de hecho, señalan que un familiar mando un mensaje a la narcotraficante: “La ketamina que le vendiste a mi hermano le mató. Está indicada como la causa de la muerte”.

Tras ello, según los investigadores, en declaraciones que recoge BBC, la propia ‘Reina de la Ketamina’ buscó:  "¿Puede la ketamina figurar como causa de muerte?"

Ahora, sobre ella también pesan cargos sobre esta muerte.

Los acusados se jactaban de Matthew Perry: “Me pregunto cuánto pagará este idiota”

Durante el tiempo en que estuvieron suministrando la droga a Matthew Perry, los implicados llegaron a jactarse de él:  “Me pregunto cuánto pagará este idiota”, llegó a decir en uno de los mensajes que intercambió el doctor Plasencia sobre su cliente, haciendo referencia a que, de hecho, le cobraban cantidades muy superiores al precio de mercado, llevándose grandes márgenes económicos.

Supuestamente, este último fue el que enseñó al asistente del actor, Iwamasa, a inyectar la droga, pese a que era consciente de que la adicción iba a más y se estaba escapando a su control.

Según los investigadores, Iwamasa, que nunca recibió formación médica y “sabía poco, si es que sabía algo” sobre la administración de dosis controladas, fue quien le inyectó al actor la ketamina que llevó a su muerte.

De acuerdo con la información aportada por los fiscales, en los cuatro días anteriores a la muerte le habría administrado más de 20 inyecciones de ketamina, y tres de ellas en el mismo día en que murió el actor. 

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