Carlos Goyanes ha muerto en su vivienda de Marbella en la madrugada del miércoles a los 79 años, según ha adelantado ¡HOLA!. La inesperada perdida ha sumido a su familia en un profundo dolor.
Goyanes fue sometido a una operación hace aproximadamente un año para instalarle un marcapasos. A pesar de este pequeño problema de salud, se encontraba en perfecto estado.
El empresarios se encontraba rodeado de los suyos a los que se había dedicado en exclusiva durante los últimos años de su vida. Cari Lapique estaba en Sotogrande en el momento del suceso, pero se desplazó inmediatamente a Marbella al recibir la noticia.
Casado en segundas nupcias con Cari Lapique desde 1975, habían formado una familia muy unida con sus dos hijas Caritina y Carla, y sus cinco nietos.
Los restos de Carlos ya se encuentran en el tanatorio San Pedro de Marbella, donde se celebró una misa a las 20:30 horas. Su mujer y sus hijas, Carla Goyanes y Caritina junto a alguno de sus nietos, acudieron al lugar para dar el último adiós al empresario.
La primera en llegar fue Caritina, quien acudió al tanatorio vestida de negro y de la mano de uno de sus hijos. Visiblemente triste, ha recibido el pésame de una amiga sin querer hacer declaraciones.
Su viuda, Cari Lapique, llegaba junto a su hija Carla cogidas del brazo, con el rostro muy serio, agradeciendo el pésame a los periodistas allí presentes. Tras ellas, el marido de Carla, Jorge Benguría. Todos ellos han recibido la cálida compañía y abrazos de sus familiares y amigos que les esperaban en la puerta.
Hijo del productor Manuel Goyanes, el empresario contrajo matrimonio en 1969 con la actriz Pepa Flores, más conocida en la época como Marisol, pero seis años después se separarían.
La vida de Carlos Goyanes tuvo momentos muy polémicos como su entrada en la cárcel de Alcalá Meco en 1990 relacionado con el caso de la 'Operación Nécora'.
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