10 años de transformación física de Felipe VI y Letizia: un experto detalla qué hay detrás

Han pasado diez años desde que el rey Felipe VI y su esposa, la reina Letizia, accedieron al trono español tras la abdicación del emérito Juan Carlos. Una década en la que no sólo la Corona española ha vivido una metamorfosis. También Sus Majestades.

Sus roles, relaciones con la Casa Real, su estilo y apariencia no podían ser los mismos que cuando el 19 de junio de 2014 el rey Felipe juró su cargo ante las Cortes Generales acompañado por la reina, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Por aquel entonces, Felipe VI tenía 46 años y Letizia 41. Acababan de celebrar su décimo aniversario de boda y prometían modernizar la institución. En estos 10 años, los reyes de España han luchado por esa transformación -incluso acaban de abrirse una cuenta en Instagram- y su apariencia también ha evolucionado.

Con motivo de esta primera década de reinado, la web de Informativos Telecinco se ha puesto en contacto con el doctor Miguel de la Peña, director de Clínicas Diego de León, para analizar los cambios físicos de los monarcas en los últimos diez años y qué hay detrás de ellos.

Respecto al rey, el doctor Miguel de la Peña no ha detectado la realización de posibles tratamientos de medicina estética ni intervenciones de cirugía estética.

En su análisis ha observado que le han proliferado "tanto las canas como las líneas de expresión", y ha apuntado que se han intensificado especialmente en los últimos cinco años.

El experto ha contemplado que esto puede deberse a "niveles altos de estrés y al paso del tiempo". También ha examinado una "aceleración" en el proceso de caída del pelo, ya que las entradas "se muestran más pronunciadas".

Finalmente, ha aclarado que, en su caso, la barba canosa también contribuye a presentar un aspecto físico "más envejecido".

Algunos medios internacionales como Tatler han hecho mención de su "presencia imponente" y de su actual atractivo. "¿Es el rey Felipe VI de España el miembro de la realeza más apuesto del mundo?", tituló la revista uno de sus artículos. The Times incluso le ha bautizado como "El fabuloso".

Pese a que Casa Real no ha confirmado estas informaciones, el doctor sí ha detectado posibles tratamientos de medicina estética en el rostro de la reina Letizia.

El tercio superior, es decir, la zona de la cara que abarca frente, entrecejo y patas de gallo, se manifiesta "perfectamente liso y terso", según Miguel de la Peña. "No hay rastro de líneas de expresión ni arrugas finas".

Este efecto lo podría haber conseguido con el tratamiento "Bye bye arrugas", que se realiza "a través de la infiltración de neuromoduladores, con un posible refuerzo de dosis en la cola de la ceja para proyectarla hacia arriba". El director de la clínica considera que este tratamiento le podría haber costado a Letizia "unos 600 euros".

El doctor también ha destacado en su análisis que en el tercio medio del rostro, los pómulos se muestran "realzados y proyectados hacia la misma dirección que la cola de las cejas".

Esta marcación del pómulo la podría haber conseguido, ha apostillado el experto, con el "efecto contouring", aplicando ácido hialurónico con la técnica "Face UP" a través de "puntos de anclaje en la zona alta de las mejillas para conseguir un efecto lifting".

Este tratamiento le podría haber costado a la reina 800 euros aproximadamente. 

Para potenciar todavía más ese efecto lifting en el resto de la cara, la reina podría haber recurrido a los hilos tensores, "ya que mantiene las facciones muy bien posicionadas". El doctor De la Peña no ha apreciado atisbo "de flacidez incipiente o descolgamiento".

Este posible tratamiento se utiliza para "prevenir y combatir la flacidez, tersando, reafirmando y estimulando tanto el colágeno como la elastina".

El experto ha señalado a este medio que los hilos "se los podría haber colocado tanto en el rostro como en el cuello" y que este tratamiento le podría haber costado unos 1.200 euros. 

Además, el doctor Miguel de la Peña ha descubierto, especialmente en el último año, una "mandíbula muy perfilada", que podría haber conseguido "con la marcación de mandíbula y proyección de mentón a través de infiltraciones de ácido hialurónico". Tendría un coste aproximado de 2.400 euros. 

Otro de los puntos que ha analizado el doctor es que a la reina Letizia "no se le marcan las arrugas finas alrededor de la boca", es decir, que presenta un "surco nasogeniano muy suavizado".

Y ha añadido: "Tampoco se le marca el código de barras ni las líneas de marioneta", por lo que también podría haber tratado las "lip lines" con ácido hialurónico. Lo podría haber complementado "con un diseño de labios basado en el perfilado con ácido hialurónico para evitar que la forma se desdibuje con el paso de los años". Ambos tratamientos estarían valorados en unos 1.000 euros.

Por último, su piel se muestra "muy cuidada, hidratada, tersa, con el tono unificado y los poros muy minimizados", es decir, con un aspecto "muy pulido". Este efecto lo podría haber conseguido "con varias sesiones de láser CO2 de última generación con las técnicas de resurfacing, cool peel y lifting", ha observado el experto. Todo ello le podría haber costado entre 800 y 1.200 euros, dependiendo de la intensidad y del número de sesiones. 

Respecto a la nariz, en los últimos años el doctor Miguel de la Peña ha detectado una "posible estilización de la punta", que podría haber logrado con una "microcirugía basada en la remodelación y elevación de la punta".

Este tratamiento podría haberlo complementado con una "rinoplastia inicial". Esta cirugía menor de punta tendría un precio aproximado de 2.200 euros. 

No obstante, aunque la reina cuenta con un "rostro impecable", ya se empiezan a manifestar algunos signos propios de la edad," el estrés y el paso del tiempo", como es el caso de las "arrugas finas que se concentran en la zona del contorno de ojos".

En definitiva, Miguel de la Peña ha hecho cálculos y considera que Letizia se habría gastado entre 10.000 y 12.000 euros. Aunque como los componentes médicos que se utilizan en medicina estética "son reabsorbibles", Su Majestad podría invertir otros 2.500 e incluso 3.000 euros cada seis meses para mantener impecable su aspecto. 

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