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El marisqueo gallego no está pasando por un buen momento y no hablamos solo de ahora. En los últimos cuatro años han recogido un 93% menos de berberecho y un 86% menos de almeja, lo que suma pérdidas de casi 45 millones de euros. Estos son algunos datos del balance que ha hecho la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa.
Las malas condiciones meteorológicas, la desalinización del terreno, el furtivismo y la mortandad de los moluscos son algunos de los factores. El sentimiento entre los mariscadores es de total desesperación y frustración. Consideran que debería haber más medidas para ayudar al sector.
Pero esto no es todo, también hay que sumar la falta de relevo generacional. El marisqueo registra la peor cifra de empleo de su historia y no ayuda que los jóvenes no quieran dedicarse a esta profesión.
El relevo generacional parece casi inexistente. Desde el sector dicen que este no es un trabajo para todos debido a la dureza del oficio y que, además, las nuevas generaciones piensan diferente y deciden “irse a profesiones menos tradicionales” o "dedicarse a una carrera universitaria".
Dentro del colectivo ya empiezan a hablar de la “desaparición de jóvenes en el sector” porque los mariscadores gallegos de 30 años o menos se redujeron alrededor de un 30% en 2024. Los registros de Pesca de Galicia, el portal de la Consellería do Mar, indican que, actualmente, siguen en activo 42 profesionales de este rango de edad, una cuarta parte de los que había hace cinco años.
Esta cifra ha ido cayendo poco a poco. En el 2023, había registrados 61 mariscadores jóvenes; en el 2022, esta cifra se situaba en los 91 y en el 2021 incluso se rebasaban las dos cifras, ese año dentro de la profesión había 118 trabajadores de este abanico de edad.
Un dato bajo, podría decirse, si se compara con el 2020 donde había 163 trabajadores jóvenes. Esto confirma la pérdida de relevo generacional en este sector durante los últimos cuatro años. Por provincias destaca Vigo, en el 2024 perdió a su último trabajador menor de 30 años.
Por su parte, el Instituto Galego de Estatística corrobora esta situación y muestra que siguen predominando las mujeres. Según sus datos del 2024, en total, son 3.300 las personas que se dedican al marisqueo (2.470 mujeres y 837 hombres). Las mujeres representan el 75% del sector, pero los hombres han ganado un poco de presencia, un 5% en diez años.
En cuanto a trabajadores, si comparamos estas cifras con las del año anterior, hay 200 mariscadores menos. Una fuga de trabajadores que se ve año tras año pero nunca a este nivel. Los profesionales del marisqueo han caído un 6,3% en el último año, la mayor bajada registrada.
Por edades, al margen de los 42 ya mencionados de la franja entre 21 y 30 años, este año, hay registrados 325 trabajadores de entre 31 y 40. A la franja de entre 51 y 60 años pertenecen 1.688, de entre 41 y 50 años quedan 872, y hay 379 con más de 60.
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