La visita de animales salvajes a lugares frecuentados por humanos comienza a ser una escena bastante habitual en Galicia y ya no sorprende tanto ver a jabalíes o zorros colándose en el interior de recintos privados para hacerse con restos de comida. Recientemente, hemos conocido incluso el caso de un zorro que se había ganado la confianza del personal y los clientes de un hotel de Ourense, y se colaba a diario en el establecimiento, sin ningún tipo de miedo o respeto, para recibir algún que otro bocado apetitoso como premio a su osadía.

Ahora sabemos del caso de otros dos zorros que, a juzgar por las imágenes, conviven en perfecta armonía con los vecinos y vecinas del lugar de A Lavandeira, en la parroquia muradana de Louro, donde son invitados a entrar en sus propiedades y compartir menú con ellos.

Se trata de dos ejemplares jóvenes que comenzaron a verse por la aldea el pasado verano y que cada vez la visitan con más asiduidad en busca de comida fácil que obtienen de la mano de los lugareños.

Aunque todavía no les han puesto nombre, estos zorros van prácticamente a diario a comprobar si Manuel Lago, Marulo, les ha dejado algo de comer para ellos. Lo hizo por primera vez tras una churrascada familiar y “desde entonces ya vienen siempre”, explica en La Voz de Galicia.

Este vecino cuenta que incluso ha probado a darles de comer en su mano y uno de ellos accedió: “Es como un perro”, asevera orgulloso.

Pero no solo visitan la aldea para comer. Según afirman sus vecinos, la pareja también se acerca al campo de fútbol cuando está entrenando el equipo e incluso interactúan con los niños más pequeños del lugar.

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