Baguira es, hoy en día, un caballo “jubilado” que disfruta de su merecido descanso pastando al aire libre. Atrás quedan los días en los que ayudaba a la psicóloga bilbaína Anna Campo en las terapias a niños con diversidad funcional, sesiones en las que era capaz de comunicarse con ellos “sin palabras”, a través del “tacto, el olor, los sonidos”.

Anna ha trabajado después con otros equinos, pero el recuerdo de aquellas primeras terapias con Baguira, del que destaca su “enorme corazón”, su “serenidad” y su “templanza”, siempre ha permanecido imborrable en ella. Tal vez por eso, decidió que sería el protagonista de su primer libro de literatura infantil: ‘El viaje de Baguira', que sale a la venta este lunes, 20 de enero. "Fue mi primer compañero de terapias durante cinco años, el responsable de cientos de sonrisas en niños y niñas con diversidad funcional", recuerda.

El libro relata el viaje, en plan mochilero, de este caballo para superar sus miedos. Durante su aventura conocerá a Lis, una niña sorda: a Bruno, un niño con autismo; y a Maya, una pequeña que sufre una dificultad motora que la obliga a moverse en silla de ruedas.

Los tres personajes están basados en niños reales: “Lis está inspirada en una niña a la que conocí con 11 años, ahora tiene 17 y sigue conmigo en las terapias con caballos”, desvela Anna. Ella y su inseparable cámara instantánea, forman parte del primer capítulo del libro.

Los tres niños con diversidad funcional que han hecho terapia con Baguira se encargarán de “llenar de aprendizajes su mochila”, mostrándole que “existen diferentes maneras de comunicarse” o “diversas formas de adaptarnos a las dificultades y no solo huir de ellas”, matiza.

Esta psicóloga bilbaína empezó, allá por 2020, durante el confinamiento a gestar la idea de escribir un libro, pero no fue hasta el verano de 2023 cuando el repentino fallecimiento de su madre rescató aquella idea aparcada: “A ella le hubiera gustado, era muy de, ¡Hay que intentarlo!”.

Dicho y hecho. Anna sacó tiempo, entre los pacientes a los que atiende en su consulta y las tres tardes a la semana en las que lleva a cabo terapias con caballos en Zaldileku (Urduliz, Vizcaya) a niños y adolescentes con diversidad funcional, para escribir un relato que pretende que sus pequeños lectores “aprendan a tratar las diferencias con la normalidad con la que deberíamos, enseñar qué es la diversidad y que ningún niño se quede sin jugar por ser diferente, porque la realidad es que todos los somos". Con ese afán didáctico, Anna ha incluido al final de cada capítulo unas preguntas “para que los niños y niñas piensen sobre lo que han hecho algunos de los personajes”.

Anna ha construido la historia; Baguira, Lis, Bruno y Maya la han protagonizado; y la ilustradora argentina Naty Scabuso la ha trasladado gráficamente a las páginas de ‘El viaje de Baguira’ “exactamente como yo la había imaginado”, es decir, “con colores intensos, muy llamativa y visual”.

Mientras que el personaje ilustrado de Baguira comienza este lunes su particular viaje, el de carne y hueso se ha ganado su retiro en una verde campa de Vizcaya, ajeno a que su nombre ha quedado inmortalizado para siempre en el libro escrito por Anna, sigue pastando.

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