La orina de los perros se ha convertido en un auténtico desquicio para unos vecinos de Badalona (Barcelona), donde la presencia de micción en las fachadas les ha llevado a tomar una medida para evitar que los animales hagan sus necesidades en las paredes del edificio.

Para ello, los vecinos de la capital catalana han instalado sensores que emiten infrasonidos para ahuyentar a los animales. Un sistema que también actúa contra las ratas y las palomas y que no daña al animal, según explican fuera de cámaras a Informativos Telecinco.

"Vivo en una planta baja y muchas veces hay orina y defecaciones de perros que no se recogen", destaca una vecina, mientras que otra admite que "hay una esquina que está tan marcada que todos los perros paran allí".

El sensor instalado emite un desagradable sonido para ahuyentar a las mascotas. "Molesta un poco cuando pasas por la calle", apunta otra mujer sobre una herramienta en la que su eficacia es algo dudosa para algunos vecinos: "No ahuyenta a los perros porque paso habitualmente en más de una ocasión y no les hace nada".

Por ello, algunos sigue optando por el método tradicional, como es diluir la orina en agua para evitar la degradación del mobiliario urbano: "Siempre voy con agua para cuando hace las necesidades".

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