La Universidad de Santiago de Compostela (USC) trabaja en un estudio que, una vez finalizado, “no tendrá precedentes” en España, y que ahora que se acerca el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”, cobra más relevancia que nunca: las agresiones sexuales en contextos de ocio universitario en Galicia. Más en detalle, se trata de una investigación sobre “Agresiones sexuales facilitadas por drogas en el contexto universitario”, que tras haber encuestado a 1.850 estudiantes de los campus de Santiago y Vigo, arroja unos resultados “demoledores”, según sus responsables.
Y es que, según el resultado de la primera encuesta, hasta un 15,6% de los estudiantes de grado consultados por los investigadores responde afirmativamente cuando le preguntan si “en alguna ocasión llegaron a aprovecharse sexualmente de ellos después de darles alcohol u otras drogas”, y de ellos, 9 de cada 10 son mujeres.
Además, en uno de cada cinco casos esa agresión incluiría penetración vaginal o anal, aunque sólo un escaso 2,1% llegó a denunciar.
Estos datos pertenecen a la memoria preliminar de una investigación que coordina la profesora de la USC, Nuria García Couceiro, y que desarrolla el Grupo de Investigación en Psicología del Consumidor y Usuario (Grupo USC-PSICOM) para el Ministerio de Igualdad, y aunque sus promotores quieren llegar a los 4.000 entrevistados en los próximos meses, este primer trabajo de campo ya podría extrapolarse “con cautela” a Galicia, explica el experto en adicciones juveniles e integrante del equipo, Antonio Rial Boubeta.
Rial Boubeta, que se ha puesto en contacto con Informativos Telecinco, explica que los resultados preliminares de este estudio demuestran que “el problema es más grande de lo que pensábamos” y añade que “en pleno siglo XXI es muy triste que pase esto”.
Estos primeros datos conforman un informe “preliminar” que el Ministerio de Igualdad ya tiene en su poder y de ellos se extrae que, extrapolándolos a Galicia (“con cautela”, insiste el experto), podría suponer que unos 7.700 universitarios habrían sufrido alguna agresión sexual tras el consumo de sustancias y un 21,2% habrían implicado penetración, es decir, unos 1.600 casos, unas cifras “demoledoras” en pleno siglo XXI, lamenta el científico.
Las agresiones se produjeron sobre todo en botellones y fiestas populares al aire libre (29%), en locales de ocio nocturno (29%) o en sus inmediaciones (15%).
En el informe consta que en el 78,5% de los casos las víctimas habían consumido alcohol u otra sustancia (casi siempre alcohol) previamente a la agresión.
Rial Boubeta incide en enmarcar los resultados del informe en el 25-N, y señala que los datos nos alertan de la necesidad de trabajar “más y mejor” en aras de acabar con la violencia contra la mujer, algo “enquistado en la sociedad”.
Añade que el hecho de no denunciar apunta a una “normalización” del fenómeno.
Por su parte, Nuria García, señala que los datos del informe preliminar son “una manifestación más de una violencia de género estructural y gravísima”, en un entorno, el universitario, en el que se presupone más formación.
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