Katy, una de las acusadas por el crimen de Samuel Luiz, rompe a llorar al escuchar el desgarrador testimonio del padre

El lunes 28 de octubre fue una jornada especialmente emotiva en el juicio por la muerte de Samuel Luiz, el joven asesinado a golpes presuntamente por ser homosexual. Le tocó dar su testimonio al padre del chico, Max Luiz. No quitó la mirada de los acusados para decirles que trataron a su hijo peor que a un animal con patadas y puñetazos que -dice- han destrozado a su familia.

A las puertas de la Audiencia Provincial de A Coruña, donde se celebró una nueva jornada del juicio con Tribunal del Jurado, el padre de Samuel Luiz se negaba a hablar con la prensa. Dejaba atrás una sesión muy difícil para él. “Cuanto más rápido acabe, mejor para mí”, dijo en el juicio.

"Ni a un perro se le deja tirado en una cuneta"

Cuando todavía no había pronunciado palabra, rompió a llorar, reconociendo el dolor que sienten él y su mujer, que no ha podido acompañarle porque estaba demasiado afectada.

“Nadie entiende a un padre o una madre, a no ser que pasen por esto que estoy pasando”, decía.

Su desgarrador testimonio emocionaba a la fiscal y a Katy, una de las acusadas, a la que se le saltaban las lágrimas al recordar la crueldad del crimen que acabó con la vida de Samuel.

"Ni a un perro se le deja tirado en una cuneta, a ningún animal, y mi hijo allí estuvo, tirando", expresaba Max.

"Yo en los años que llevo no he visto una declaración tan sincera. Ha sido una demostración de humanidad", señalaba José Ramón Sierra, abogado de Kaio.

Solo uno de los acusados pudo mirarle a los ojos. "Es un padre que se acuesta y por la mañana cuando se despierta, su hijo pues ya no está", indicó Luis Salgado, abogado de Diego Montaña.

Maxsoud Luiz ha querido ofrecer este testimonio para explicar que su familia está completamente rota.

Las penas

Los acusados -- Diego M.M., Catherine S.B., Kaio A.S.C., Alejandro M.R. y Alejandro F.G. -- se enfrentan a penas que oscilan entre los 22 y los 27 años de cárcel por asesinato con enseñamiento y alevosía.

A los dos primeros, las acusaciones les imputan agravante de discriminación por orientación sexual de la víctima y al tercero se le añade el presunto robo con violencia del móvil de Samuel. Las defensas, por su parte, solicitan la absolución.

"Vio y presenció", ha dicho el letrado de Diego M.M., a la entrada a la Audiencia, sobre su cliente al que las acusaciones y algunos de los testimonios aportados ya en el juicio lo sitúan como la persona que inició la agresión y también lo golpeó posteriormente, con insultos de 'maricón de mierda'.

De Alejandro F.G., han dicho algunos que era la persona que agarraba a la víctima por el cuello mientras que de Kaio A.S.C. algún testigo ha manifestado que le vio cargando la pierna para lanzar una patada, sin confirmar si la llegó a dar.

Esto en un juicio con renuncia de testigos por alguna de las partes y con petición de las acusaciones para que uno de los testigos, que no compareció en otra jornada, se le traiga por parte de las fuerzas policiales tras ratificar que estaba en Francia "cuidando de su abuelo en el hospital" y que no acudiría, pese que ya se le había comunicado la imposición de una sanción de 600 euros por no asistir con anterioridad. Finalmente, la magistrada acordó adoptar esta medida.

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