Las mareas vivas más intensas permiten acceder a los secretos ocultos de la playa de Las Catedrales, en Lugo

Galicia vive estos días las mayores 'mareas vivas' en algo más de 18 años, un fenómeno que tuvo su apogeo este jueves y que llevó a que casi 4.000 personas se acercaran a la playa de Las Catedrales, en Ribadeo (Lugo) a contemplar estampas inéditas, una cifra especialmente alta para el mes de septiembre ya que la ocasión lo merecía.

Fruto de una "serie de acontecimientos astronómicos" que se han dado juntos y que no volverán a repetirse en otros tantos años, se ha podido, por ejemplo, transitar por calas normalmente inaccesibles, acceder por tierra a lugares impensables o, por contra, ver desaparecer playas o paseos marítimos bajo las aguas durante la pleamar.

En Las Catedrales (Ribadeo) en concreto, se están dando estos días las mejores condiciones para visitar la playa y descubrir grutas, cuevas o pasadizos que permanecen ocultos el resto del año, y que han hecho las delicias de los visitantes.

 A la vista cuevas, cavidades y formaciones geológicas normalmente inaccesibles

Este arenal, bañado por el Cantábrico, solo se puede visitar en bajamar, y esta semana se están dando las mejores condiciones de las últimas dos décadas para verlo ‘desnudo’ como nunca antes.

Así, por ejemplo, las mareas vivas permiten continuar el recorrido por el monumento natural y por las playas que lo prolongan (Esteiro, Illas y Os Castros) sin apenas mojarse los pies, algo que en condiciones habituales no es posible, y en ese paseo contemplar las cuevas, cavidades y formaciones geológicas que el resto del año están “protegidas por el mar”.

Las mareas vivas volverán en marzo pero serán no tan excepcionales

De hecho, según revela la prensa local, por ese camino ahora accesible, se llega a un arco que presenta la singularidad de una veta de roca subvolcánica, con una característica tonalidad verde, “que constituye el único ejemplo en la costa de Ribadeo”, explica el guía local Fran Canosa.

También lo son las cetáreas de Rinlo, “un reto imposible todo el año y que estos días se permite pensar en alcanzar”, asegura.

Las mareas vivas volverán en marzo, otro mes interesante para visitar el arenal, aunque para entonces, los vecinos de la zona saben que las condiciones serán menos propicias por el mar de fondo o los temporales y las mareas tampoco serán tan excepcionales.

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