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Alumnos del CEIP Altamar de Vigo han acudido al colegio con casco en protesta por la situación en la que se encuentra el centro educativo, denunciando "carencias" que hacen del colegio un "lugar insalubre".
Así, decenas de niños se han amontonado a las puertas de las instalaciones con cascos amarillos para poner de manifiesto las condiciones en las que se encuentra el Altamar, con "ratas, cucarachas, humedades, peligros de desprendimiento y falta de mantenimiento", según denuncia la asociación de madres y padres.
Precisamente la presidenta del ANPA, Rebeca Díez, ha lamentado que tanto padres, como profesores y alumnos llevan un año protestando al Ayuntamiento y a la Xunta para que arreglen el centro, peticiones que han caído en saco roto y que han llevado a la entidad educativa a “pasar a la acción”, concisa Díez.
A su juicio, solucionar los problemas de insalubridad que tiene el colegio es competencia de ambas administraciones ya que “los dos tienen cosas que arreglar”, insiste: "hay problemas estructurales (que son competencia de la Xunta) y también hay falta de mantenimiento (labor que corresponde al gobierno local)".
En conversaciones con Informativos Telecinco, Rebeca Díez asegura: “No vamos a parar hasta que haya una solución”, pues son problemas que afectan tanto a la salud como al bienestar de alumnos y profesores.
“Por poner un ejemplo”, explica la presidenta, “los niños han normalizado tanto la presencia de las cucarachas que ya son como sus amigas, no quieren ni matarlas porque ya las conocen”, un extremo que ofrece una idea de la situación que se vive en este centro vigués y que se ha alargado en el tiempo, y “empeorado este verano”, concisa.
"Todo ha empeorado. Tenemos humedades, infección de cucarachas, ratones, rampas de acceso al colegio inutilizadas, escaleras oxidadas, desprendimiento en las fachadas, incluso el techo de dirección está a punto de caer por la humedad", ha indicado Díez.
Además, ha afeado al Ayuntamiento que en este curso el colegio se ha quedado sin conserje, después de la jubilación de la persona que hasta ahora ocupaba el cargo. "Es la directora quien abre el colegio y lo cierra, abre las ventanas de todas las aulas. Además, el resto de profesores hacen labores que debería hacer el conserje. Y eso es responsabilidad del Ayuntamiento", ha añadido.
Así, ha lamentado que las administraciones traten de "echarle la culpa" la una a la otra y no den solución al problema, que afecta a cerca de 200 niños de entre 3 y 12 años de edad.
Eso sí, aclara, “vamos a hacer más cosas, tenemos muchísimas ideas para llevar a cabo, y no vamos a parar hasta que nos escuchen”, concluye la presidenta.
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