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Las trampas puestas por la Rede Galega de Vixilancia de Vectores (Regavivec) para controlar la presencia de ejemplares de mosquito tigre en Galicia han cumplido su función al detectar la presencia de tres larvas en el municipio de Moaña (Pontevedra).
Miembros de este organismo dependiente de la Xunta estudian, tras un seguimiento exhaustivo iniciado el pasado año (cuando apareció en la Comunidad el primer ejemplar), si el vector ha sido capaz de hibernar, y si se trata de descendientes de los ejemplares que anidaron en 2023.
En la plataforma de notificación ciudadana Mosquito Alert se han recibido 37 avisos en lo que va de año, aunque más de un tercio corresponden a los diez primeros días de agosto y excepto tres, todos se han detectado en Moaña.
Cristina Prieto, técnico de la Dirección Xeral de Saúde Pública, califica el fenómeno como “un pequeño bum” y aclara que todavía no se puede hablar de que el mosquito tigre esté “establecido” en Galicia, sólo “introducido”.
Y es que pese a haber detectado larvas en las trampas y a que reaparecieran tras el invierno, desde el organismo público explican que no se puede afirmar que el mosquito tigre esté “establecido” en Galicia hasta que se pueda demostrar un ciclo completo que parta del mismo ejemplar: que una hembra deposite huevos que pasen por los estadios de larvas, pupas y se conviertan en adultos que vuelvan a poner huevos.
Prieto lo explica en Faro de Vigo: “Hemos detectado larvas, hemos detectado adultos, pero no podemos demostrar que sean de un mismo ciclo (iniciado antes del verano)”.
Lo que sí pueden afirmar es que “va a haber más casos”, por lo que han pedido aumentar la colaboración de otros municipios con condiciones meteorológicas similares al de Moaña y Vigo (donde se han detectado los casos).
A principios de agosto del pasado año 2023, un vecino de la parroquia moañesa de Tirán (Pontevedra) identificaba en la localidad el que sería el primer mosquito tigre detectado en Galicia, un vector capaz de transmitir el virus de dengue, zika y chikungunya, cuya expansión “se desataba” en toda España a causa de las olas de calor.
En ese mes y el siguiente, la Rede Galega de Vixilancia de Vectores (Regavivec) localizaba especímenes del mismo ejemplar en cinco municipios de la zona: además de Moaña, en Vigo, Cangas, Redondela y Vilaboa, todos de la provincia de Pontevedra.
Las trampas instaladas en la zona permitieron capturar 341 ejemplares más en agosto, 989 en septiembre, 627 en octubre y 9 en noviembre, momento en el que decidieron suspender las reuniones del comité científico-técnico.
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