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Las más de 30 personas mayores usuarias de la residencia Ballesol, en Pontevedra, han podido comprobar de primera mano los beneficios de escuchar música en directo, gracias a una iniciativa de la Fundación Músicos por la Salud, en el marco de la cual ofrecen microconciertos de 20 minutos en residencias de ancianos de todo el país que, entre otras cosas, les ayudan a revertir situaciones de soledad y aislamiento social.
“El cerebro se estimula con el acorde de al menos tres notas musicales”, explican los precursores del proyecto, “imaginemos la respuesta en una persona mayor con patologías asociadas a la edad en microconciertos de 20 o 40 minutos con canciones reconocibles en su historia de vida”, añaden.
Raquel Lombardía (Tasoc) y Jesús Luengo (médico), profesionales de esta residencia de Poio (Pontevedra) lo corroboran, y aseguran que los resultados del proyecto “son más que positivos”, al haber apreciado el efecto inmediato y beneficioso que la música proporciona en las personas usuarias de su centro.
Esta experiencia músico-sensorial se va a celebrar en la residencia de Pontevedra todos los martes de agosto, y se podrá seguir por Internet desde cualquier punto de la geografía.
La OMS, en el informe ‘Arts and Health’ de 2019, concluye que existe evidencia científica “más que suficiente, sobre la eficacia y ventajas que ofrece la música en la atención sanitaria”.
A través de estos microconciertos y atendiendo al ciclo de vida del paciente, se interactúa con el sonido, el ritmo y la manera de cantar de músicos profesionales. Los instrumentos musicales en los que se apoyan son pianos, guitarras, acordeones, violines, flautas o trompetas, “una combinación que favorece la mejora de la salud mental, las relaciones interpersonales, la comunicación con el entorno y la cohesión social del colectivo de personas residentes”, explican los especialistas.
Este proyecto terapéutico también se realiza con residentes de Ballesol cuyas demencias están más avanzadas o con patología de deterioro cognitivo asociadas a la edad con el fin de favorecer las “reacciones tanto a nivel anímico, como físico y social”, aseguran.
Además de aportar momentos de alivio, los profesionales aseguran que estos microconciertos “mejoran el procesamiento mental, la memoria y el lenguaje; conserva las habilidades cognitivas a medio plazo; enriquece la memoria auditiva y mejora la capacidad de aprendizaje”.
La Fundación Músicos por la Salud lleva desde el 2015 celebrando diferentes programas con el propósito de facilitar un envejecimiento activo y mitigar patologías asociadas a la edad y psicológicas de las personas con diversidad funcional.
Uno de ellos es el proyecto “Microconciertos por la salud” en el ámbito residencial y asistencial de todo el territorio español, que cuenta con el apoyo del Ministerio de derechos sociales y agenda 2030 y en colaboración con el Grupo Ballesol.
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