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Desde hace décadas se conoce que ciertas conductas de las personas son un factor determinante en el origen y pronóstico de numerosas enfermedades. Por ello cada año el Servicio Gallego de Salud lanza una encuesta a través de la que tratan de analizar las conductas de riesgo a las que se enfrenta la población. Venimos de conocer los datos del sondeo realizado a finales del año 2023, en el que se realizaron 7.896 encuestas a gallegos mayores de 16 años. Las conclusiones de este informe nos dejan unos datos alarmantes y el que viene siendo un secreto a voces desde hace años: la salud mental de los gallegos está en peligro.
Uno de cada cuatro gallegos, o más concretamente el 27% de la población de 16 años o más, se encuentra en riesgo de tener una mala salud mental. El porcentaje más elevado se encuentra entre las mujeres (33% vs. 21% nos homes) y va disminuyendo con la edad, siendo los jóvenes de entre 16 y 24 años el grupo más vulnerable.
Otro dato que deja en evidencia el estado de salud mental de los gallegos es el uso de tranquilizantes, relajantes o pastillas para conciliar el sueño. El 37% de los gallegos han hecho uso de estas alguna vez en su vida y de ellos, la mitad lo han hecho durante el último mes. De nuevo, las mujeres lideran la tabla de resultados: el consumo de tranquilizantes es más común entre ellas. Concretamente el 46% los ha ingerido alguna vez en su vida y el 26% lo hizo durante el último mes, frente al 26% y 12% respectivamente de los hombres.
En cuanto a grupos de edad, los números se elevan en la franja de 45 a 64 años. El 39% de los gallegos que se encuentran comprendidos entre estas edades han consumido tranquilizantes en algún momento de sus vidas.
De cada 10 gallegos, 2 admiten tener o haber tenido alguna vez depresión. Una enfermedad especialmente presente entre las gallegas. El 27% de las mujeres aseguran convivir con ella o haberlo hecho frente al 12% de hombres. Las edades en las que un mayor número de personas padecen o han padecido depresión se encuentra a partir de los 45 años.
Independientemente de la edad, el consumo de tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir aumenta cuando el paciente convive con esta patología. El porcentaje de personas con depresión que hacen uso de este método llega al 78%.
Conocemos estos datos en el marco de las encuestras del SICRI (sistemade información sobre conductas de riesgo), que no sólo atienden a cuestiones como la depresión o el consumo de tranquilizantes, sino también estudia otras cuestiones de salud como la consulta por parte de los gallegos de la etiqueta nutricional de los alimentos, su percepción sobre su peso o sus gastos en juegos de azar.
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