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Uno de los supervivientes del 'Argos Georgia', el que ha viajado a Puerto Stanley a bordo del 'Robin M. Lee' recibió asistencia sanitaria urgente y especializada minutos después de su rescate mediante el Servicio de Telemedicina de Vithas, según ha informado esta clínica.
En concreto, fue atendido un ciudadano indonesio de 43 años que padecía hipotermia como consecuencia de las bajas temperaturas de la zona donde se produjo el naufragio, además de una arritmia cardíaca, posiblemente derivada de la propia hipotermia.
Según Vithas, el marinero está completamente recuperado tanto de la hipotermia como de la arritmia gracias a los cuidados médicos que le prestaron a 7.100 millas de distancia.
El marinero ha viajado hacia Puerto Stanley a bordo del pesquero 'Robin M. Lee', embarcación de participación gallega que está dotada con un sofisticado sistema de asistencia sanitaria vía satélite para dar cobertura médica a las tripulaciones de barcos pesqueros en alta mar.
Con ese sistema, el capitán del buque conectó con el equipo médico del Hospital Vithas Vigo, liderado por la doctora Idoya Sanluis, para recibir asistencia.
Fue hacia las 15:30 horas del martes -hora peninsular- cuando el barco que participaba en el operativo de rescate comunicó que estaba procediendo a rescatar a los ocupantes de una lancha.
Poco antes de las 16:00 horas, el equipo médico, con la colaboración de dos primeros oficiales del 'Robin M. Lee', realizó la primera exploración del superviviente.
En esa primera exploración se constató que padecía hipotermia, con una temperatura corporal por debajo de los 36 grados, y claros signos de frialdad cutánea, aunque con buena vascularización distal.
Se encontraba orientado y estable hemodinámicamente y, tras suministrarle tranquilizantes, se le realizó un electrocardiograma remoto que descubrió una arritmia por fibrilación articular, probablemente derivada del estado de hipotermia que presentaba, y que ya se le estaba tratando con ropa seca, mantas térmicas y líquidos tibios.
Para tratar la fibrilación articular se le suministró una medicación que había sido añadida y prescrita previamente por Vithas al botiquín del buque.
Aproximadamente media hora después de que se le suministrase la medicación, el paciente recuperó el ritmo sinusal normal, y quedó monitorizado a partir de entonces, con controles periódicos similares a los que se le practicarían si estuviese ingresado en observación en un hospital.
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