El Concello de Cedeira (A Coruña), en colaboración con distintas entidades públicas y privadas, sigue investigando (todavía sin éxito) el origen del brote de gastroenteritis detectado en su centro de salud, cuyos casos han aumentado exponencialmente en los últimos días.
Ante la situación de alarma, el Ejecutivo desaconseja el consumo de agua potable, tanto de la red municipal como de las traídas particulares, debido a que también se han detectado casos en algunas parroquias colindantes a la villa.
En un comunicado emitido por el gobierno local se indica que las analíticas efectuadas por la empresa adjudicataria del servicio “cumple con todos los controles establecidos de calidad del agua para consumo humano” y añaden que “hasta la fecha, en ninguno de ellos se detectó ningún parámetro que estuviese fuera de rango”.
No obstante, aseguran que Viaqua procedió de igual manera a “tomar las medidas necesarias para detectar las posibles causas e investigar si el origen de la transmisión era derivada del consumo del agua suministrada”.
Así, mientras los técnicos esperan los resultados de las analíticas de las muestras tomadas siguiendo las indicaciones de la Consellería de Sanidade, restringen por precaución el consumo directo del agua de la traída así como su uso para cocinar y cepillarse los dientes.
Según palabras del regidor, Pablo Moreda, el agua puede ser usada para aseo o limpieza, “a la espera de aclarar la causa del brote vírico”, añade.
El consistorio ha colocado una cisterna en el paseo de la Constitución para abastecer de agua apta para el consumo a los vecinos y vecinas, que permanecerá disponible durante el tiempo que duren las restricciones.
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