La escasez de agua afecta ya a casi la mitad de los españoles. Prácticamente un 50% de los ciudadanos de este país han experimentado alguna vez problemas derivados de la sequía en su hogar o en su comunidad autónoma, según un informe internacional elaborado por Bayer y BRITA.
Y aunque en un primer momento Galicia no suele tener problemas de abastecimiento de agua (o, al menos, no los mismos que pueden tener otras comunidades donde escasea la lluvia), no está de más tener una estrategia de contención para cuando los embalses no gocen de las boyantes reservas de las que gozan en la actualidad; y también para el otro lado de la moneda: para cuando el exceso de lluvias (como las caídas este otoño) hagan mella en varios sectores económicos importantes en la comunidad, como la agricultura o la pesca.
Es por ello que la Xunta ha aprobado este lunes destinar casi 7 millones de euros a un nuevo plan estratégico para la gestión de las aguas continentales y las infraestructuras hidráulicas, con horizonte 2033, que tendrá el objetivo de preparar a Galicia ante posibles contingencias provocadas por el cambio climático, como las sequías, las inundaciones y la contaminación.
Así, será el organismo autonómico Augas de Galicia el que elaborará un total de cinco instrumentos de planificación: dos para el conjunto de la Comunidad y otros tres específicos para la cuenca hidrográfica Galicia-Costa, que es la que gestiona la Administración autonómica y que sirve a casi 2,1 millones de habitantes --el 76 por ciento del total--.
En concreto, habrá dos planes de saneamiento y abastecimiento, de ámbito autonómico, por 4,75 millones; a los que se sumarán otros 2 millones de euros para los planes hidrológicos y de gestión del riesgo de inundación, con horizonte temporal 2033, y el nuevo plan especial contra la sequía de la demarcación Galicia-Costa.
En cuanto a la estrategia de saneamiento, la primera fase de los trabajos, que consiste en el análisis de los sistemas de depuración actuales y en el diagnóstico de necesidades, ya está finalizada. De esta forma, en próximos días se licitará el contrato para la segunda fase: la creación de un registro oficial de aglomeraciones urbanas.
Este futuro plan de saneamiento, según los primeros detalles, incidirá en la reutilización de aguas residuales ya depuradas cuando sea viable y en función del uso al que se destinen, así como la verificación de sus condiciones sanitarias.
En cuanto al plan de abastecimiento, la Xunta adaptará el existente a los nuevos criterios técnico-sanitarios de calidad de aguas de consumo y buscará garantizar el suministro a todos los núcleos de población legalmente constituidos. La previsión de Augas de Galicia es que estas dos estrategias entren en vigor a lo largo de 2026.
En lo que respecta a la cuenca Galicia Costa, se redactará, por un lado, un nuevo plan hidrológico 2028-2033 en tres fases. Entre las medidas, estarán obras de abastecimiento, saneamiento y depuración; actuaciones para optimizar los usos del agua y que sean más eficientes; mejoras en la gestión; y campañas de concienciación social.
A este se suma el plan contra inundaciones que identificará las zonas de mayor riesgo para diseñar un nuevo mapa, con actuaciones como abrir ríos que actualmente están canalizados y ampliar lechos fluviales para que tengan más espacio ante eventuales crecidas.
Por último, la futura estrategia contra la sequía de la demarcación Galicia-Costa --que previsiblemente se aprobará a finales de 2025-- servirá para revisar el documento vigente teniendo en cuenta que muchos ayuntamientos ya cuentan con su propio plan de emergencias.
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