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Las intensas lluvias caídas en Galicia el pasado otoño (cuando llovió un mes entero sin fallar un día) no sólo han hecho mella en el marisco, aumentando la salinidad del agua y arruinando prácticamente la campaña de navidad de las mariscadoras de bivalvos, también han perjudicado al sector de la agricultura y, en concreto, la producción de grelos.
Se trata de uno de los ingredientes imprescindibles que no debe faltar en un buen cocido gallego y que este año tendrá que ser sustituido en muchas mesas por repollo o nabicol, arruinando la receta original del plato estrella del carnaval en Galicia.
La meteorología ha resultado especialmente adversa para este cultivo. El grelo necesita frío, y el frío durante el otoño pasado brilló por su ausencia. A este factor se unió el exceso de humedad y las temperaturas, que fueron más bien cálidas, por lo que el resultado final de esta combinación ha sido nefasto para las plantaciones de grelos en prácticamente toda la comunidad.
El diario local La Voz de Galicia, ha hecho un repaso por las principales zonas de producción de grelos en la región y, de los consultados, sólo se ha salvado la cosecha de la horticultora de As Pontes, Cynthia Arias, que comercializa el producto bajo la marca Bieiteiras. Arias explica que su producción se ha salvado: “Este año volvimos a cosechar y tuvimos suerte, están bastante bonitos, pero en general la cosa anda mal… se ahogaron con tanta agua”, asegura.
En Monfero, donde presumen de grelo, el secretario de la cooperativa Val Xestoso, Javier Vila Couto, explica que “otros años había que andar mucho terreno para coger algo, pero este año hay productores que no tienen nada de nada”, asegura.
El próximo 4 de febrero se celebrará en este lugar la Feira do Grelo de Xestoso, y sus organizadores vaticinan que el grelo es insuficiente y “va a acabar a precio de oro”.
La falta de grelos para dar respuesta a la elevada demanda es un problema que afecta a toda Galicia. Desde A Rosaleira, otra cooperativa con sede en O Rosal dedicada a la elaboración de conservas de grelos, dicen que están parados: “Deberíamos de estar envasando, pero estamos parados porque no hay grelos suficientes”, cuentan a la cabecera local.
Además del haber pocos grelos, los que hay, según cuentan los productores, “no compensa recogerlos” porque además del tiempo que hay que invertir, “es malo, no tiene calidad”.
La última cooperativa consultada por la prensa local, la Horsal, en Cambados, asegura que “la escasez se veía venir” ya que la mayor parte de sus grelos se ahogaron al quedar la raíz encharcada.
Tónica que se repite en las cuatro provincias gallegas donde, este año, el cocido tendrá más lacón y menos grelos.
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