La foca Oza, conocida por los numerosos viajes que ha llevado a cabo, inició un nuevo viaje que la situó como punto mediático en A Coruña. El animal ha terminado iniciando sus “vacaciones” en el puerto de Laxe tras pasar por zonas como Baldaio, Razo y las Illas Sisargas.
El mamífero proviene del sur de Irlanda, concretamente del caladero del Gran Sol y fue encontrada por primera vez por Juan Antonio Centeno, conocido como Chencho. El mismo la bautizó con ese nombre, ya que fue allí donde encontró al animal. Fue tan sorprendente la historia de esta foca que desde que llegó a Galicia, el Centro de Estudios de Mamíferos Marinos (CEMMA) decidió realizar un seguimiento para controlar su estado de salud. Ante su nueva aventura, el propio centro confirmó el buen estado en el que se encontraba Oza al llegar.
Desde el CEMMA han explicado que es común encontrar este tipo de ejemplares en las costas gallegas porque muchas crías suelen ser arrastradas por las corrientes y los temporales tan característicos del mar. Lo que sorprendió a los expertos es que Oza era ya un ejemplar adulto cuando llegó a España. Piden, que se respete el descanso del animal ya que, debido a su gran peso, el de esta hembra es concretamente 100 kg, cada vez que se giran para ver quien se acerca a ellas, pierden mucha energía y generan mucho estrés.
A su llegada, los vecinos del pueblo de Laxe dieron la voz de aviso de que habían visto a la foca descansar sobre la rampa de la lonja y también encima de algún bote descansando y disfrutando de él como si de un jacuzzi se tratase.
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