Galicia registra un aluvión de televisores jubilados en los puntos limpios: “En tres horas nos entregaron 10”

El pasado 14 de febrero el consumo de televisión tradicional varió significativamente en nuestro país, al desaparecer los canales en calidad estándar para retransmitir exclusivamente en alta definición (HD).

Esto, que de entrada podría ser una buena noticia al mejorar la calidad de imagen, resultó nefasto para multitud de gallegos y gallegas, que tuvieron que deshacerse de sus viejos televisores o invertir en decodificadores de señal que soportaran la alta definición y adaptar sus equipos.

Esto dio lugar a una estampa que se repite en los puntos limpios de numerosos ayuntamientos gallegos, donde decenas de pantallas jubiladas se amontonan a la espera de ser recogidos para su reciclaje.

Según señala a El Correo Gallego una operaria del centro de recogida de residuos de Ponteareas, la entrada de este tipo de electrodomésticos “se ha triplicado” en las últimas semanas, al pasar de recepcionar entre uno y tres televisores por día a recoger entre 12 y 15.

"Hoy en apenas tres horas nos entregaron diez"

Algo similar ocurre en los puntos limpios de Santiago, Vigo, Ferrol o Lugo, explica la cabecera local, que reciben estos días más televisores que nunca, tanto de tubo como de pantalla plana.

“Hoy en apenas tres horas nos entregaron diez”, indica el responsable de Ecolugo, dando una muestra de la locura que ha supuesto el apagón de la TDT en esta comunidad.

En el punto limpio de Santiago, el registro de monitores y pantallas recibidas desde el pasado 14 de febrero asciende a 254 aparatos, que están a la espera de ser retirados por una empresa especializada para su reciclaje.

Se recicla prácticamente el cien por cien de los aparatos

En este caso se trata de Georecovering, una firma que realiza recogidas en más de una veintena de instalaciones de toda Galicia, y que recicla prácticamente el 100% de los aparatos retirados.

Su gerente, Roberto González, explica a las páginas del Correo que en el caso de los televisores de tubo, se desmontan a mano y se descontamina el vidrio plomado “el único componente que es muy difícil de reciclar”, y en cuanto al resto de pantallas, se retiran los diferentes elementos plásticos y metálicos, así como las tarjetas de circuitos impresos que llevan, recuperando todo “en los gestores finales”, indica.

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