Un fisioterapeuta se enfrenta a una pena de 13 años y medio de cárcel, que pide para él la Fiscalía, por abusar sexualmente de cuatro mujeres. Eran clientas suyas de una clínica que tenía, a la que acudieron para ser tratadas de diversos dolores.
El juicio se celebra este lunes 15 y martes 16 de enero en la Audiencia Provincial de Pontevedra. En otras causas similares, ya se ha llegado a condenar a prisión a profesionales como un ginecólogo en Alicante, por ejemplo.
También osteópata, el hombre que será juzgado mañana aprovechó "la oportunidad que le ofrecía su actividad profesional" para cometer los hechos. Según añade el Ministerio Público, "sin previamente informar al paciente para consentir el tratamiento a realizar".
Actuó sólo con "la intención de satisfacer su ánimo libidinoso", entre los años 2020 y 2021. La primera víctima sufrió los abusos en agosto del 2020, cuando pidió cita por unas molestias que tenía en la espalda.
Al encontrarse en ropa interior, "por requerimiento del procesado y sin ninguna finalidad terapéutica", le levantó la braga y le tocó la ingle. Concluida la sesión, también le acarició los costados a la altura de las lumbares, lo que le provocó "una gran incomodidad".
Ese mismo mes, otra paciente fue por primera vez a recibir sus servicios de fisioterapia. Mientras estaba igualmente en ropa interior por petición del procesado, éste le realizó tocamientos en los pechos "sin finalidad terapéutica" y "sin informar" ni pedir consentimiento.
Posteriormente, esta misma mujer acudió por segunda y última vez a la clínica. Allí el acusado le volvió a pedir que se quedara en bragas y sujetador. También que se tumbara sobre la camilla, momento en el que le realizó tocamientos, "en al menos dos ocasiones".
Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió una lesión psíquica leve de ansiedad. Hechos semejantes ocurrieron con otra paciente que acudió al acusado por padecer dolores en los lumbares y en las piernas.
A ella, según detalla Fiscalía, también le acarició "los pechos bajo el sujetador", además de utilizar aceite sobre el cuerpo de la víctima, momento en el que "le tocó la vagina de manera innecesaria" para retirar dicha sustancia vertida.
El cuarto de los casos ocurrió a finales del mismo mes de agosto. La denunciante acudió al establecimiento por padecer dolores en la cadera y hombros, debido al uso de muletas tras sufrir un traumatismo en el tobillo.
Ese mismo día, "sin haberle informado del tratamiento que iba a realizar, le tocó el lateral del pecho, así como la vagina y el pubis". Posteriormente, el día 31, regresó a la clínica, pero el fisioterapeuta la invitó a subir a su casa.
Situada encima de su consultorio, quería "enseñar a la víctima ejercicios de rehabilitación". Con esta última clienta, el acusado se mostró más interesado, pues en enero del 2021, ella fue dos veces a verle "ante su insistencia" e incluso le ofreció darle sesiones gratis.
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