En Galicia y en el resto del Cantábrico se preparan para una segunda oleada de la marea plástica que afecta a sus costas. Una borrasca va a incrementar la llegada de las bolitas de pellet. Al menos, ya se ha rebajado el pulso político entre la Xunta y el Gobierno central y parece que hay más medios.
El origen del desastre medioambiental tuvo lugar el pasado 8 de diciembre, cuando un navío con bandera de Liberia perdió seis contenedores con 26,3 toneladas de pellets a 40 millas náuticas de la costa portuguesa, a la altura de Viana do Castelo.
Un equipo de Informativos Telecinco se ha subido a una embarcación de Salvamento Marítimo, un barco con 21 metros de eslora y tres tripulantes a bordo, que se dispone a buscar microplásticos por la ría de Vigo, en Pontevedra.
Orlando Pérez, patrón del barco, asegura que "es una labor complicada, difícil, porque nos consta que ninguna unidad marítima los cogió. Entre otras cosas, porque la densidad que tienen cuando el saco está entero hace que venga sumergido".
La embarcación, rumbo a las Islas Cíes, se acerca a todo objeto que detecta para, en caso de encontrarse con alguno de los recipientes con pellets, recogerlo -si pueden- o dar el correspondiente aviso.
Además, subrayan que se trata de un material que se esparce muy fácilmente y por su composición, transparente, no se puede visualizar. Dicho operativo lo llevan a cabo con la ayuda aérea. De este modo, un helicóptero de Salvamento Marítimo también busca pellets a 300 metros de la costa de las Rías Baixas.
Tres horas después, regreso a tierra sin éxito y sin rastro de los sacos. Todo apunta a que se encuentran semihundidos y de ahí la dificultad para localizarlos.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.