Dos encapuchados atracan, a punta de pistola, una administración de lotería en Lugo y se llevan 400.000 euros

Dos encapuchados han asaltado a punta de pistola, a primera hora de la mañana de este jueves, la Administración de lotería número 10 de Lugo, situada en la calle Lamas de Prado, de la que se llevaron un botín de unos 400.000 euros.

El atraco se produjo en torno a las 08:30 horas, cuando el propietario de la Administración, Guillermo Rodríguez Rozas, se disponía a abrir el negocio.  “Generalmente a esa hora no vengo”, explica en las páginas de La Voz de Galicia, “sólo cuando hay que sacar una cantidad importante de dinero de las loterías porque no me gusta sacarlo con la administración abierta”, concreta.

Quiso la casualidad que en ese momento, dos personas que llevaban el rostro cubierto, encañonaran al joven y lo obligaran a llevarlos ante las dos cajas fuertes para que le entregasen lo que había en su interior.

“Me empujaron contra la pared y me apuntaron con una pistola”

El joven explicaba esta mañana en los micrófonos de Radio Galega que cuando abrió la puerta “me empujaron contra la pared y me apuntaron con una pistola”, a lo que añade que “me encerraron en la oficina”.

También narró que le habían dicho que “no le iban a hacer daño si cooperaba”, y al parecer así sucedió, en apenas unos ocho minutos (el tiempo que tuvieron que esperar para que el sistema de las cajas de seguridad permitiese acceder a su contenido) se marcharon con el suculento botín: “Se llevaron cerca de 400.000 euros, los 230.000 que tenía para pagar todo, más mi comisión, más todo lo que tengo recaudado de Reyes”, afirma en la prensa local.

El lotero asaltado, que afirma que los atracadores tenían acento latino, asegura que “esta es la semana que más dinero hay en una administración de lotería, entre lo que te retienen de Navidad y el sorteo de Reyes”.

Antes de marcharse, los ahora buscados por la policía, le hicieron una advertencia a Guillermo: “Me dijeron que no querían tonterías”, relata, “que sabían dónde trabajaba y que vendrían a por mí”, añade.

A la llegada de la Policía Nacional, que según Guillermo pudo tardar unos tres minutos, las llaves continuaban puestas por fuera, por lo que no tuvieron dificultad para acceder al interior y proceder a la recogida de datos clave para la investigación, como huellas dactilares y detalles del testimonio del joven lotero, que seguirá durante un tiempo con el miedo en el cuerpo.

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