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La gran demanda de marisco en estas fechas y los altos precios que llegan a alcanzar en el mercado, hacen que sea muy difícil para los furtivos resistirse a sacar una buena tajada en sus inmersiones ilegales.
Las autoridades competentes lo saben y saben también lo dura que está siendo esta campaña para los mariscadores gallegos, por lo que vigilan de cerca estas actividades delictivas que hacen mucho daño a la economía del sector.
Sin ir más lejos, los agentes de la Patrulla del Seprona Corcubión llevaron a cabo un operativo especial de prevención del furtivismo, que dio como resultado la incautación de más de 40 kilos de almeja en la playa de Langosteira, y 120 kilos de Centolla en el Puerto de Fisterra.
Según explican en un comunicado, la atención de los agentes se centró en dos individuos que se acercaron al agua, uno de ellos equipado con traje de neopreno y equipo autónomo de buceo.
Mientras el buzo realizaba la extracción, el otro individuo, identificado como su esposa, patrullaba la zona para asegurarse de la
ausencia de vigilancia.
La Patrulla del Seprona centró la vigilancia en el tramo de playa donde se había sumergido el buzo, abordando a las dos personas cuando éste se disponía a salir. Al notar la presencia de los vigilantes, el buzo intentó regresar al agua, siendo interceptado por uno de los agentes.
En esta operación se procedió a la incautación de 40,7 kg de almeja, que fue retornada a la zona de extracción en presencia del denunciado. Además, se le confiscó el equipo autónomo de buceo y el traje de neopreno.
En otro operativo, agentes del Seprona Corcubión detuvieron un vehículo isotermo, que había sido observado descargando capturas desde una embarcación en el Puerto de Finisterre. El vehículo, que transportaba 120 kg de centolla sin la documentación correspondiente, fue detenido y se instó al denunciado a transportar la centolla al puerto de Sardiñeiro, donde fue devuelta al mar por el equipo del Seprona en presencia del denunciado.
En ambos casos se han interpuesto denuncias administrativas según la Ley de Pesca de Galicia y al Real Decreto 550/2020 de 02 de junio, por realizar una inmersión nocturna sin autorización y carecer de la boya de señalización requerida en el caso de las almejas.
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