La Policía Nacional, en colaboración con el Servicio de Vigilancia aduanera, consiguió decomisar la semana pasada más de siete toneladas de cocaína ocultas entre lomos de atún congelado en una nave en la localidad coruñesa de Cambre.
Se trata del mayor decomiso de cocaína de la historia en Galicia, al que se suma la reciente incautación en el puerto de Valencia de varios contenedores con otras 3,4 toneladas de droga.
En total, en ambas operaciones, han sido intervenidas cerca de 11.000 kilos de polvo blanco, y se han detenido 20 personas que integraban dos organizaciones de origen balcánico, convirtiendo este final de otoño en un mes histórico en la lucha contra el narcotráfico en España.
Tanto la Policía Nacional, que en la mañana de este martes ha dado más detalles sobre ambas operaciones desde una de sus sedes en Madrid, como la Agencia Tributaria, creen que los alijos intervenidos demuestran "el auge y actual predominio de las bandas del Cartel de los Balcanes, principalmente de origen albanés".
Según ha destacado el comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Antonio Duarte, aunque se trata de dos operaciones diferentes existen entre ellas varios nexos en común: “Detrás de ambos envíos se encuentran redes albanesas, que son las organizaciones que han monopolizado el envío de droga a Europa en dobles fondos de contenedores por vía marítima desde países Latinoamericanos”, ha subrayado.
Para el envío de cocaína desde Latinoamérica a Galicia, afirma la Policía Nacional que “contaban con un complejo entramado empresarial con el que pretendían encubrir su actividad ilícita mediante un voluminoso flujo de contenedores”, mientras que en el operativo desarrollado en Valencia, los agentes indican que los 3.400 kilos de cocaína estaban ocultos en dobles fondos secretos de contenedores marítimos que “fingieron abandonar en el puerto valenciano”.
Ambas operaciones, bautizadas como Tonara (la gallega) y Fulgor (la valenciana), contaron con la colaboración de organismos internacionales, y se iniciaron de forma paralela detectando un complejo entramado empresarial dedicado al envío de contenedores marítimos desde Latinoamérica hacia distintos puntos de la península ibérica.
En la operación llevada a cabo en Galicia, que como decimos fue bautizada como Tonara, se intervinieron 7,5 toneladas de cocaína oculta entre lomos de atún congelado que entraron por el Puerto de Vigo en un contenedor que tanto la Policía Nacional como Vigilancia Aduanera tenían controlado.
Posteriormente fue trasladada por carretera a los almacenes de una empresa situada en Cambre, llamada Mare Azzurro, donde fue intervenida por los agentes.
En esta operación, en la que fueron detenidas cinco personas, fue clave la implicación de un empresario de origen coruñés que “estaba bajo vigilancia desde el año 2019” y que pretendía encubrir la droga en un voluminoso flujo de contenedores por vía marítima.
Por su parte, en el operativo de Valencia, bautizado como Fulgor, los investigadores han incautado 3,4 toneladas de cocaína ocultas en dobles fondos de contenedores marítimos, que los narcotraficantes fingieron abandonar en el puerto valenciano a donde llegaron hace más de un mes. En el marco de esta investigación han sido detenidas quince personas, la última de ellas este lunes en Madrid.
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