La Policía Nacional ha detenido al único miembro del clan de hermanos Bote Vargas, dedicado a alunizajes y butrones, que aún se encontraba fugado de la justicia. J.L. llevaba cinco años sin apenas salir de una vivienda de Leganés (Madrid) para no ser localizado.
El clan de los Bote Vargas, formado por cuatro hermanos, presumía ser la saga más antigua de aluniceros de España especializado en robos en establecimientos con vehículos de alta gama, según informa la Dirección General de la Policía.
El hermano que seguía fugado, J.L., ha sido arrestado cuando trataba de huir por una ventana de la cocina de la vivienda para darse de nuevo a la fuga.
El pasado mes de mayo los agentes de la Policía Nacional tuvieron los primeros indicios sobre su paradero y establecieron diferentes dispositivos de vigilancia en el entorno de la vivienda. Así comprobaron que apenas salía al exterior.
Durante las escasas ocasiones en las que salía de la vivienda en Leganés extremaba las medidas de seguridad y se quedaba en el marco de la puerta.
Llegaba incluso a utilizar a uno de sus hijos para que mantuviese abierta la puerta del portal cuando salía a fumar y acceder rápidamente de nuevo al interior si veía algo sospechoso.
Con esta información la Policía solicitó la entrada en el inmueble a un Juzgado de Leganés. Cuando los agentes accedieron a la vivienda, el fugitivo se encontraba tratando de huir por la ventana de la cocina pero fue detenido en ese instante.
El arrestado reconoció que llevaba en ese domicilio cinco años sin salir durante todo este tiempo.